La foto con su pie Pájaros del Cantábrico La pomposamente nominada Escuadrilla de Hidros del Norte, –escribía Giménez Arnau en el “Heraldo de Aragón”– es otra faceta más, de esta guerra, llena de episodios de heroísmo y de silencio: la de “Los pájaros del Cantábrico”; la de los hidros con “techo” de 500 metros y bombas de 10 kilos, que durante meses y meses han estado actuando con la eficiencia que podía desarrollar el más perfecto motor, con la máxima potencia ofensiva... Digo pomposamente, porque tan solo contaba con dos “cascados” Savoia S-62; el S-19 “General Mola” y el S-23 “General Franco”, a los que se unió el Farchaild F-91, un moderno anfibio para ejecutivos (ocho plazas) construido en USA y capturado en el carguero “Mar Cantábrico”, al que se bautizó “Virgen el vigía Cronología de la Aviación Militar de Chamorro” en honor a la patrona de Ferrol, puerto en el que se desembarcó y en cuyo arsenal fue montado. Como puede verse en la foto, su gente tenía mucho sentido del humor y ahí están, no les falta nada, desde el retrato de Franco que exhibe en primera fila el auxiliar 1º piloto Ángel Torres Prol*, hasta el megáfono, la gaita y el tambor. Muestran ¡faltaría más! la bandera que la dotación del crucero, agradecida, les regaló: El “Almirante Cervera” al “Virgen de Chamorro” Campaña del Norte; en otra, con las alas de la Aeronáutica Naval y el indicativo de los dos Savoia, el tan optimista dicho: Esto va que chuta (hablando mal y pronto: esto va cojonudamente) Por último, para cerrar el conjunto el cartel: aviación no fumar. *Consumado hidrista y personaje encantador, alcanzaría el empleo de coronel; desempeñando, cuando le conocí, el puesto de jefe del S.A. de Galicia y aeropuerto de Santiago. Española “Canario” Azaola Miembro del IHCA trayectoria de los valientes! Es la trágica ruleta que cadena!... sube y baja girando ¡Aviones de la O, a título descriptivo, el capitán Miguel García Pardo en las páginas del “Heraldo de Aragón”: siguiendo la Hace 100 años Nacimiento Vigo 6 abril 1917 Hijo de don Xavier Ozores Pedrosa y de doña María Ochoa Boado, en el pazo de San Thome de Freixeiro, ha nacido un niño que recibirá el nombre de Ruy. Nota de El Vigía: Acabado el bachiller, preparaba su ingreso en la Escuela Naval Militar cuando el alzamiento militar frustró sus proyectos. Presentado el 19 julio en el cuartel de la Guardia Civil de su ciudad natal, prestó servicios durante un mes, hasta que se enroló voluntario en la Legión Gallega de Falange Española, con la que participa en la toma del fuerte de Santa Bárbara (Guipuzcoa) mereciendo el ascenso a cabo y más tarde a sargento, por Méritos de Guerra, en el frente de Huesca–Aragón. Llamado a un curso de pilotos, y superadas las fases elemental y de transformación, con 98 horas de vuelo el 30 de octubre 1937 ascendía al empleo de alférez y recibía el título de Piloto de Avión de Guerra. La acometividad, ya demostrada por Ruy, volando el Romeo 41 –un “morlaco” de 430 cv– influyó sin duda en su inmediato destino al 1-G-2, o primera “Cadena” de asalto, dotada de Heinkel 51, y establecida entonces en el campo de Teruel. Una unidad legendaria a la que cantaron, el comandante “Paco” Vives en su estupendo “Romance de las cadenas del Aire”, que comienza: ¡La rueda cerrada de un tobogán o la de una cadena sin fin, subían unos cientos de metros para caer luego bruscamente y casi en la vertical, con fuego de ametralladoras y bombas, sobre el enemigo; mientras los nuestros protegidos por su acometividad maravillosa se lanzaban al asalto…. En esa tan activa y arriesgada “cadena”, con un jefe veterano e insuperable, el comandante José Muñoz, popularmente conocido por “El Corto” –dada su escasa estatura– sirvió Ruy Ozores. Por si fuera poco, el peligro que en cada servicio en el frente corriera; aquel 14 de mayo trasladando desde Teruel a los talleres de Logroño un Heinkel 51, la situación no pudo ponerse más brava, cuando el avión empezó a arder; viendo que la cosa era irremediable, se lanzó en paracaídas, consiguiendo alcanzar las líneas propias. Se iniciaba el otoño de 1938, cuando, tras formarse durante mes y medio como cazador en la Escuela de Gallur, ascendió a teniente y pasó a formar parte de la Escuadra de Caza que mandaba García Morato, donde vuela el Fiat CR-32; no mucho, puesto que a los tres meses, reclamado por “El Corto”, se incorporaba en León al recién creado Grupo 5-G-5 a su mando; concretamente, a la escuadrilla dotada de Heinkel 112. De los biplanos con tren fijo que había volado hasta ahora, pasaba a un caza de nueva generación; monoplano con tren replegable y cabina cerrada, que alcanzaba los ¡400 Km /h! Con ellos se fueron a Balaguer (Lérida), para participar en la campaña de Cataluña y luego a Almaluez (Soria) donde se establecieron. Días antes de la llegada de la paz, la desgracia se cebaría en la joven escuadrilla, al estrellarse mortalmente su jefe, el capitán Miguel García Pardo, cuando practicaba un combate simulado con un compañero, y al rato, el teniente Rogelio García de Juan en un tonel de pasada al aeródromo. La “Alegría de la Victoria”, que lamentablemente tantas víctimas causó, se había cobrado la primera. Ruy participó en todas las celebraciones y desfiles; especialmente reseñables la Revista de Barajas en la que, entre los 449 aviones presentes, se encontraban los ocho “112”; los mismos que una semana después, en el grandioso desfile de Madrid, junto a cincuenta y cuatro Fiat, escribirían en el cielo el nombre de Franco; ellos formaron la O y sudaron tinta, puesto que REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Junio 2017 523
REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 864
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