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REVISTA GENERAL DE MARINA MAYO 2017

TEMAS GENERALES que visitó y se las remitió al marqués de la Ensenada con el objetivo de que sirvieran de referencia para las obras de los tres grandes arsenales de la Armada (Ferrol, Cartagena y La Carraca), que estaban recibiendo un gran impulso en esa época. En 1755, pocos meses después de que se produjera la caída en desgracia de Ensenada, Ulloa presentó su dimisión como director de los Canales de Castilla y del Real Gabinete de Historia Natural —cargos para los que había sido nombrado por el propio Ensenada en 1752— con el deseo de reintegrarse a su profesión en la Armada. A partir de entonces empezó a redactar La Marina: Fuerzas Navales de la Europa y Costas de Berbería, refundiendo y sistematizando la información obtenida entre 1749 y 1752 y actualizándola hasta aquella fecha (1755), recurriendo para esto a los contactos personales que había hecho a lo largo de sus viajes. Desgraciadamente tuvo que interrumpir la obra, ya que en 1757 fue nombrado gobernador y superintendente de las minas de mercurio de Huancavelica, en el Virreinato del Perú, permaneciendo en el cargo hasta 1764, año en el que regresó a España. En 1766 retornó a América, siendo nombrado gobernador de La Luisiana, que Francia había cedido a España en 1763 al finalizar la Guerra de los Siete Años con Inglaterra. En 1768 tuvo que abandonar el territorio a causa de una revuelta de los colonos franceses, regresando a España a comienzos de 1769, año en que fue ascendido a jefe de Escuadra. A partir de entonces, en su residencia de la Isla de León, y dedicado a su profesión de oficial de la Armada, Ulloa se dedicó a escribir la obra que comenzó en 1755, así como otra de divulgación americanista que se editó en 1772 (Noticias Americanas: entretenimientos físico-históricos sobre la América meridional, y la Septentrional Oriental, Madrid, Imp. de Mena). Continuó trabajando durante 1772 y 1773 en la redacción y actualización de la obra iniciada en 1755, estimulado por la publicación en 1771 del Examen Marítimo de Jorge Juan. Cuando ya tenía casi concluido el libro tuvo que interrumpirlo, pues fue nombrado director y proyector de la construcción de los malecones de la Puerta de la Barqueta en Sevilla para preservar a esta ciudad de las crecidas del Guadalquivir. Finalizados estos trabajos, se dedicó a terminar su obra y a redactar un interesante prólogo, del que hablaremos más adelante, y en el que propone una «revolucionaria limitación de armamentos navales». Lo que en realidad pretendía Ulloa era poner a disposición de la Armada información relacionada con las fuerzas navales europeas, así como los últimos avances sobre construcción naval. Por aquellos años, la Armada española había comenzado una auténtica carrera de armamentos, cuya meta más inmediata era alcanzar el poderío naval de Francia, segunda potencia marítima de Europa, para que, de acuerdo con las ideas del marqués de la Ensenada, la suma de ambas fuerzas navales fuese capaz de equilibrar el poderío marítimo de Inglaterra. Luego la obra de Ulloa en 1755 se ponía al servicio de la políti- 2017 667


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