dotarlo de un sistema electroóptico de designación de blancos para mejorar su capacidad de autodefensa y poder emplearlo en misiones CAS y SEAD. Se está considerando el sistema modular Harvest Hawk (pensado inicialmente para el C-130J), y Bell-Boeing ha diseñado una estación de armas para los laterales del fuselaje con los que el MV-22 podría utilizar ametralladoras, un cañón de 30 mm, cohetes guiados de 2,75 pulgadas, bombas guiadas o incluso misiles como el Hellfire y el Griffin. Conclusión A pesar de unos inicios complicados, el Osprey ya lleva una década demostrando sus capacidades en operaciones de combate y de ayuda humanitaria, tanto desde tierra como desde la mar. Su versatilidad lo ha convertido en un medio esencial de las Fuerzas Armadas estadounidenses para la proyección del poder naval sobre tierra, la reacción rápida en caso de crisis, las operaciones especiales y las de ayuda humanitaria. Ha demostrado su elevado grado de interoperabilidad con buques de otras marinas, de los que algunos, como el Juan Carlos I y los LHD australianos, están específicamente diseñados para embarcarlo. Además, la Marina de los Estados Unidos está modificando buques del Military Sealift Command para poder operar con él (17), y sus cometidos seguirán ampliándose, con su futuro empleo como avión de transporte logístico a los portaaviones, como cisterna y posiblemente en misiones armadas. Incuso ya hay noticias sobre el desarrollo de una nueva versión, dotada de tecnologías más avanzadas, que podría entrar en servicio alrededor de 2035. El problema del V-22 es su elevado precio, que probablemente es la causa de que, salvo Japón, no haya de momento otros clientes extranjeros. Quizá ello se solvente con el desarrollo de su derivado, el V-280 Valor, que se anuncia como mucho más barato y que podría convertirse en una opción muy válida para algunas marinas que disponen de buques tipo LHD, con objeto de potenciar la capacidad de sus grupos aéreos embarcados, tanto para las operaciones anfibias como para cualquier otro tipo de misión que puedan requerir las volátiles circunstancias del escenario internacional. TEMAS PROFESIONALES (17) Con objeto de incrementar la capacidad de despliegue de las fuerzas de Infantería de Marina en caso de crisis, ya se ha comenzado la modificación del USNS Lewis B. Puller, del tipo Expeditionary Sea Base (ESB), al que seguirán el USNS Montford Point y el USNS John Glenn, del tipo Expeditionary Transfer Dock (ESD), así como el Hershel «Woody» Williams (ESB-4), actualmente en construcción. En el futuro ESB-5 ya se tendrá en cuenta la capacidad para operar con el MV-22 desde su construcción. 2017 733
REVISTA GENERAL DE MARINA MAYO 2017
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