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157 Con independencia de que termine ocurriendo o no, mientras esté en el horizonte prospectivo de las próximas dos o tres décadas, esta posibilidad se proyectará hacia atrás y determinará en gran medida la naturaleza de las relaciones internacionales. Perspectivas para interpretar la ascensión de China a la primacía mundial Hay tres grandes perspectivas para considerarlo. La más elemental es la que considera que los Estados Unidos van a perder el papel de supremacía mundial en favor de otra potencia. En este caso, que tiene su sentido fundamentalmente desde una reflexión norteamericana, y que es un tema recurrente en Washington desde hace bastante tiempo, se trataría de diseñar una estrategia para retrasar o mitigar las consecuencias del traspaso de poder. Esto no deja de ser un suceso de ley natural, ya que sería ahistórico aspirar a perpetuarse indefinidamente en una posición hegemónica. Se trataría pues del final de algo menos de un siglo de supremacía estadounidense en la historia universal. La segunda perspectiva es considerar que lo que está llegando a su fin es un periodo histórico de doscientos años de configuración de la sociedad internacional según los valores y referencias liberales. Se trata de los dos siglos en que tras las guerras napoleónicas el mundo se ordena principalmente según dichos parámetros, únicamente interrumpidos como alternativa en una parte del mundo durante los años del orden soviético. Pone el énfasis en los valores que han regido el orden internacional desde la supremacía moral tanto de dichos valores como de las naciones anglosajonas que lo han implantado. No se trataría del final del sistema de valores liberal democrático sino del final de su hegemonía en la configuración del orden internacional. Como afirma Charles Kupchan en No One´s World, con la emergencia de las nuevas potencias, Occidente no solo perderá su primacía en el ámbito material, sino también su dominio ideológico, configurándose un mundo con múltiples versiones de modernidad6. Finalmente, se puede contemplar la cuestión como la conclusión de una era histórica en la que el mundo ha estado dominado y configurado por potencias europeas, considerando a los EE.UU., como una nación europea establecida territorialmente en otro continente. Se trataría pues del final de la era eurocéntrica de la historia humana. 6 Citado por: FLOCKHART, Trine, The coming multi-order world, Routledge, 23 de marzo de 2016, p.10. bie3 >ĂŐĞŽƉŽůşƚŝĐĂŚĂǀƵĞůƚŽƉĂƌĂƋƵĞĚĂƌƐĞ :ŽƐĠWĂƌĚŽĚĞ^ĂŶƚĂLJĂŶĂ'ſŵĞnjĚĞKůĞĂ ŽĐƵŵĞŶƚŽĚĞŶĄůŝƐŝƐ ϬϲͬϮϬϭϳ ϭϬ


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