Page 507

BOLETIN IEEE 5

507 Hitler retorció todas estas ideas proponiendo la construcción de un Estado racista que vía Lebensraum se extendería por todo el orbe. «La política exterior del Estado Racista tiene que asegurarle a la raza que constituye ese Estado los medios de subsistencia sobre este planeta, estableciendo una relación natural, vital y sana entre la densidad y el aumento de la población por un lado, y la extensión y la calidad del suelo en que se habita por otro»31. El IR construye su fanatismo a partir de la religión. Los musulmanes sunníes serán en este caso los «señores» del mundo y donde Hitler quería un Estado Racista ellos quieren un Estado Islámico. Los infieles tienen las mismas opciones: sumisión o exterminio. En el último número de Inspire se dan precisas instrucciones al respecto32. Así, según este panfleto existen cuatro categorías de infieles: (1) los que mantienen un pacto con el Islam; (2) los que se ponen bajo protección del Islam (denominados Dhimmy); (3) los que visitan un país islámico temporalmente (no se puede aspirar a residencia); y (4) el resto de infieles. Las tres primeras categorías pueden salvar la vida siempre que soliciten la debida protección, acaten las normas islámicas y paguen tributo (Jizyah). La cuarta categoría es considerada enemiga de los seguidores de Mahoma y potencialmente peligrosa (en teoría podrían coger las armas y luchar contra los musulmanes), por ello «deberían ser asesinados y sus mujeres e hijos hechos cautivos y su dinero y propiedades tomados como botín»33. Resulta significativo y hasta cierto punto paradójico que la primera y más maltratada víctima de este fanatismo excluyente resulte ser la propia población no afín. El Estado Racista pretendía la eliminación de todo alemán disidente; los judíos fueron perseguidos en masa pero también otras comunidades o individuos etiquetados arbitrariamente como enemigos del Estado. De igual forma el Estado Islámico es especialmente cruel y expeditivo con la población autóctona de otras confesiones (cristianos, yazidíes…) pero también con los musulmanes de otras corrientes consideradas herejes (distintas ramas del chiismo y jariyismo). Los conciudadanos no sunníes e incluso aquellos si no practican el integrismo islámico son esclavizados o masacrados. 31 Hitler A. (1925). Mein Kampf Mi lucha. Edición Electrónica Jusego-Chile (2003)., pp. 381-382. 32 Hammed al-Tameeni, Shaikh. «Rules of the lone jihad» Normas de la yihad solitaria Inspire Magazine, Issue 16, pp. 28-32. Consultado el 30 de noviembre de 2016 en:http://jihadology.net/category/inspire-magazine/ 33 Ibíd. P. 30 (traducción del autor). bie3 ͨĞƌ/ƐůĂŵŝƐĐŚĞ>ĞďĞŶƐƌĂƵŵͩ ŶƚŽŶŝŽƐƚĞďĂŶ>ſƉĞnj ŽĐƵŵĞŶƚŽĚĞKƉŝŶŝſŶ ϬϳͬϮϬϭϳ ϭϱ


BOLETIN IEEE 5
To see the actual publication please follow the link above