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532 Conclusión El hecho consumado de la permanencia en el poder del presidente Kabila ha abierto una crisis de legitimidad en Congo que permite pronosticar un largo periodo de inestabilidad. La firma de un acuerdo con el grueso de la oposición del país el 31 de diciembre, que acepta la continuidad del jefe de Estado a cambio de compartir el poder hasta unas elecciones previstas en diciembre, ha contribuido a rebajar la tensión pero en ningún caso constituye una solución a dicha crisis de legitimidad. La carrera por los cargos en el seno de la principal plataforma de una oposición que comparte con el bando de Kabila idéntica concepción patrimonial, nepotista y clientelista del poder, hace pensar que la prioridad no es, ni para los opositores ni para el círculo presidencial, la organización de unas elecciones creíbles, la única forma de dotar a las instituciones del joven Estado congoleño de la legitimidad de la que ahora carecen. Declaraciones como las efectuadas por el portavoz gubernamental Lambert Mende, que preparan el terreno para un nuevo aplazamiento electoral, hacen temer que tras cooptar a la oposición el régimen tratará de alargar los plazos con el objetivo de ganar tiempo. Todo con el fin último de hallar una fórmula que ofrezca a Joseph Kabila una presidencia vitalicia, siguiendo el ejemplo de los líderes de países vecinos como la República del Congo, Uganda, Burundi y Ruanda. Este objetivo podría responder no solo a la citada concepción del poder como una propiedad sino también a la necesidad de salvaguardar el enorme patrimonio presuntamente adquirido de forma opaca, no solo por el clan Kabila, sino también por su círculo de confianza, en los 15 años que el actual jefe de Estado lleva en la presidencia. Con este trasfondo, la situación de seguridad en Congo es extremadamente preocupante. En los últimos seis meses, han surgido nuevas milicias con un discurso político anti-Kabila, al tiempo que otros grupos armados han multiplicado los ataques en el centro de la RDC. Este agravamiento del conflicto, que tiene una estrecha relación con la situación política, podría tener gravísimas repercusiones regionales dado el enorme tamaño de la RDC, su importancia geoestratégica y la debilidad de un Estado incapaz de controlar ni su vasto territorio ni la explotación de sus ricos recursos naturales, sobre todo minerales, como tampoco sus fronteras con nueve países, como da fe la reciente y también preocupante entrada en el país de rebeldes sursudaneses. La crisis política en la RDC, sumada a la crisis económica y la pobreza en la que viven los congoleños, constituye una situación explosiva en la que no es ni mucho menos bie3 ZŽŶŐŽ͗ůĂĐƌŝƐŝƐĚĞůĞŐŝƚŝŵŝĚĂĚLJůĂŝŶƐĞŐƵƌŝĚĂĚƉĞƌƐŝƐƚĞŶƉĞƐĞĂůĂĐƵĞƌĚŽĐŽŶ ůĂŽƉŽƐŝĐŝſŶ dƌŝŶŝĚĂĚĞŝƌŽƐƌŽŶƚĞ ŽĐƵŵĞŶƚŽĚĞKƉŝŶŝſŶ ϬϴͬϮϬϭϲ ϭϰ


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