ACTUALIIDAD DE LA BRIIPAC El equipo del Batallón de Cuartel General en un momento de su CLP Ignacio Nogales recorrido (foto CLP Ayala) 37 TROFEO GEBRIPAC Como cada año la BRIPAC, junto a las demás pruebas deportivo-militares, realiza el Trofeo GEBRIPAC, que consta de una marcha por terreno variado de aproximadamente veinte kilómetros donde en cada vuelta se supera un obstáculo (charco, traslado de troncos, transporte de heridos, paso de neumáticos, desplazamiento de un camión, red de desembarco y diferentes obstáculos de la pista de combate como el muro, el foso, la tirolina, etc.). Cada sección participante está compuesta por un total de 27 hombres. Durante la prueba todos los componentes portan el fusil HK G36 largo con cinco cargadores, casco, peco, botas y uniforme reglamentario. Para pasar de una prueba a otra se realiza una carrera por un circuito delimitado y se cruza un charco, que cubre de agua hasta más de la cintura a los patrulleros. La carrera desde dentro Los días de duro entrenamiento, de frío, de carreras interminables llenos de barro cargando con el equipo, han llegado a su fin, es 17 de febrero y el Trofeo GEBRIPAC está a punto de empezar. Esta carrera pone a prueba el esfuerzo, la capacidad de sufrimiento, la cohesión y el liderazgo de una unidad. Superar los distintos obstáculos muestra el adiestramiento y la resistencia física de cada uno de los participantes. La adrenalina que recorre tu cuerpo antes de empezar no te deja sentir frío ni calor. Suena el pistoletazo de salida, la carrera inicial es uno de los momentos de mayor tensión. Todas las secciones luchan por coger la delantera en la primer vuelta al perímetro de carrera. A lo lejos ya se ve el charco esperándonos, el agua está helada. Hombro con hombro con tus compañeros cruzas el agua helada y a seguir corriendo hacia el primer obstáculo. Todos los obstáculos están rodeados de gente alentando a sus unidades. Sin duda ninguna ayuda y mucho, da fuerzas cuando las piernas te fallan. En tu cabeza sabes que nadie se puede quedar atrás, hasta el último hombre debe cruzar la meta. Si un compañero está mal se le ayuda, si es necesario se lleva su equipo, se le espera, se le anima. Una de las pruebas más duras para mi son las ruedas, y más si te toca en la séptima posición, con aproximadamente 15 kilómetros a las espaldas y empapado de haber pasado el charco unas cuantas veces. Arrastrarte por ese pasillo de 10 ruedas hasta el final se hace interminable, como interminables son los calambres en las piernas a esa altura de la carrera. Merece la pena todo el sufrimiento pasado por llegar a la meta con tus compañeros y mandos, todos juntos. La posición final no importa tanto, como el hermanamiento que se produce de llegar sufriendo todos juntos hasta el final. Este año se alzó con la victoria la Bandera Roger de Lauria 2/4”.
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