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LA LEGION 539

Historia<< Actividades << con la pureza virginal en el alma y con el heroísmo en el corazón. Es el padre Vidal, el “Santito” de los legionarios.” Unos días después, la prensa recogía la noticia de su entierro: “Hoy se verificó el triste acto de dar sepultura a los que sucumbieron heroicamente en el campo de batalla durante el último combate. Entre éstos figuraba el cadáver del capellán del Tercio Extranjero don Antonio Vidal, que hace poco vino formando parte del batallón Galicia y solicitó pasar al Tercio. Halló su muerte gloriosa el heroico capellán, mientras administraba a un legionario moribundo la Extremaunción. En este momento recibió un balazo en la cabeza, cayendo muerto sobre el herido que auxiliaba espiritualmente.” TRIBUTO DE SANGRE DE LA SEGUNDA BANDERA El comandante Fontanes, Jefe de la Segunda Bandera, fue el primer Jefe de la Legión muerto en combate. Casualmente, en el período comprendido entre septiembre de 1920 y julio de 1927, los otros dos comandantes del Tercio que murieron en acción de guerra lo hicieron también al mando de la Segunda Bandera: Francisco Borrás Estévez y Manuel Ordaz Sampayo, caídos en Alhucemas (1925). No terminando ahí las coincidencias, cabe recordar que el primer oficial del Tercio caído en combate fue el capitán Pompilio Martínez Zaldívar y que el primer oficial herido en acción de guerra fue el capitán Antonio Alcubilla Pérez, cuando ambos eran, respectivamente, jefes de las 4ª y 5ª compañías de la Segunda Bandera. Además, también perteneció a la Segunda Bandera el legionario de 2ª Baltasar Queija de la Vega, el cual, tras recibir una carta que le anunciaba la triste noticia de que había muerto la mujer que amaba, deseó que no tardase en llegar la primera bala y que fuese para su corazón, para que así pudiera reunirse pronto con ella… tal y como así terminaría sucediendo el 7 de enero de 1921… convirtiéndose entonces en el primer legionario muerto en combate y protagonizando una historia que bien pudo servir de inspiración a Fidel Prado para escribir la letra de El Novio de la Muerte. Todos ellos entregaron su vida haciendo gala de las más altas virtudes militares y son una muestra del tributo de sangre pagado por la Segunda Bandera a lo largo de su historia en cumplimiento del deber y del Credo legionario. 1 Según la fuente que se consulte, dicho topónimo suele aparecer con distintas grafías, como por ejemplo Ambar, Anvar o Amvar. 2 COMANDANTE FRANCO (Francisco Franco Bahamonde): Marruecos. Diario de una Bandera. Editorial Pueyo, Madrid, 1922, pág. 255. La “loma de los tanques” recibió dicho nombre por ser en la que se abandonaron dos carros de asalto de Infantería en la acción del 18 de marzo. Cabe destacar que el nombre de “loma de los tanques” aparece en la edición de 1922 de Diario de una Bandera, así como en la de 1939 (pág.175); sin embargo, en la edición de 1956, posiblemente por un error tipográfico, la misma loma figura como “loma de los ataques” (pág.179), lo que se repite en las ediciones posteriores, tanto en la de bolsillo de Doncel (1976) como la facsímil de Julia Díaz Alonso (2008). Por otro lado, en el Tomo I (1920-1936) de La Legión Española (Málaga, 2002), la referida “loma de los tanques” se menciona como “loma de los carros”. 3 “Algunos episodios de la dura jornada”, El Telegrama del Rif, 21 de marzo de 1922. 4 Ésta es una de las escasas ocasiones en las que el autor del Diario de una Bandera se deja llevar por la emoción, pues siendo el comandante Franco “poco dado a la efusión”, su narración resulta tan escueta que, a veces, parece fría. (Prólogo de Manuel Aznar a la edición de 1965 de Diario de una Bandera). 5 “Enterrando a los héroes”, La Independencia, 24 de marzo de 1922. 539 · II-2017 49 La Legión


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