120 ENRIQUE MARTÍNEZ RUIZ desto suelen suceder muchas cuestiones y escándalos; y cualquiera que lo contrario hiciere, muera por ello”. Los dos textos emitidos por el duque de Alba, el de Italia de 1555 y el que acabamos de glosar, en realidad, son Ordenanzas particulares, pues se refieren a ejércitos concretos para aplicarlas en las fuerzas destinadas en el ámbito en que se dan; de la misma forma, también reciben una normativa especial fuerzas de naciones concretas, como la de 1572 para la infantería alemana, cuyo contenido recuerda, en parte, el de las de Alba, aunque tienen especificidades concretas en función de lo que se espera y exige de las fuerzas a las que van destinadas31. Lo más llamativo son los artículos referidos a la muerte de los individuos, en procedimiento a seguir en ese caso y a quién deben darse sus bienes; lo que es posible interpretar como una muestra del interés que se tiene en que sirvan con lealtad sabiendo que si son heridos no van a quedar abandonados y si mueren se procurará que sus bienes lleguen a sus herederos, una lealtad explícita en el artículo 4 de los 68 de la Ordenanza al establecer que cualquier compañía, “así en campaña como en escuadras o de la manera como se ofreciere, y la necesidad lo requiere, tanto por mar como por tierra, se dejen emplear y mandar, sea en guardias, marchas, en guarniciones o en asedios como fuere la voluntad y orden del General o de su Coronel”. Otro texto que podemos situar en esta tendencia es el emitido por Felipe II para el ejército dispuesto para invadir Portugal32, que es, en realidad, una insistencia en las órdenes y recomendaciones contenidas en otros textos normativos implantados en el ejército y así vemos las prescripciones establecidas en relación a los edificios, personal y objetos religiosos, las exigencias de que los soldados “vivan con decencia, buen ejemplo y recogimiento, porque Dios Nuestro Señor sea servido”, que “estén todos pacíficos y quietos” y en la relación con los paisanos, particularmente con las mujeres, deben evitar cualquier abuso; las disposiciones relativas al trato entre los soldados suelen ser las habituales. También se ocupa de quienes acompañan al ejército sin pertenecer a él, que deben respetar unas normas, ya dadas también en textos anteriores. Una de las novedades puede ser la exigencia a cuantos sirven en el ejército de llevar una banda colorada sobre las armas y los que no tengan coselete se pondrán una cruz colorada cosida a la ropa “de manera que todos las traigan públicas y no de suerte que se las 31 Ordenanzas dadas en Madrid a 1 de agosto de 1572 para el buen régimen y organización de la infantería alemana. Para las tropas de esta nacionalidad en el ejército de la Monarquía Hispánica, García Hernán, Enrique (Coord.): Presencia germánica en la milicia española. Ministerio de Defensa, Madrid, 2015. 32 Instrucciones expedidas en Badajoz por el rey d. Felipe II a 15 de junio de 1580, fijando las reglas que debía observar el ejército dispuesto para la entrada en Portugal. Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2017, pp. 120-134. ISSN: 0482-5748
RHM EXTRA 1 2017
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