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176 JESÚS MARTÍNEZ DE MERLO José Saavedra (futuro Jaén), el de Gabriel de la Torre (anterior de Jerónimo de Aragón), el de Esteban Gamarra y el de José Castelví. Por su parte en Italia había cinco tercios: el de Lombardía, al mando de Luis de Alencastro, el de Nápoles al mando de Jorge de Leyva Fernández de Lugo, el de Sicilia al mando de Francisco de Castilla, el de Saboya al mando de Sarmiento y el de la Mar de Nápoles al mando de Acevedo. Por otra parte la Caballería a la que apenas hemos hecho referencia pues su organización en compañías de unos 50 jinetes no había variado en una centuria, pasaban a agruparse temporalmente en un agrupamiento que recibió el nombre de Trozo en las unidades españolas, valonas e italianas, mientras que las alemanas (al igual que su infantería) se agruparon en regimientos. Rocroi, 1643 No podemos dejar de detenernos un poco en esta mítica batalla85. Entre sus circunstancias se encuentra la muerte de Luis XIII de Francia pocos días antes, por lo que fue la primera batalla en el reinado del Rey Sol (aún cuando su madre, hermana de Carlos IV, era la regente). Esto multiplicó los “efectos” de la derrota española, más aún por estar el ejército francés al mando de Luis II de Borbón (Duque de Enghein y Príncipe Condé) de apenas 21 años de edad. Las tropas de D. Francisco de Melo comenzaban su avance por la Picardía y pusieron sitio a Rocroi. Entre ellas iban cinco tercios españoles. El sexto (Jaén al mando de José Ávila Guzmán) estaba en la frontera con las tropas Beck que venían a reforzar la posición española y del séptimo (Esteban Gamarra), no tenemos referencia. De hecho muchas fuentes señalan solamente la presencia de seis tercios en Flandes. Hay tres maestres de campo nuevos, los tres recién llegados procedentes de la nobleza como jóvenes aventureros bajo el manto protector del Cardenal Infante. A pesar de la veteranía de muchos capitanes y sargentos mayores que aspiraban al puesto tras años de campaña, ya en Honnecourt fueron nombrados jefes de tercio. Eran el duque de Albuquerque y los condes de Villalba y de Garcíez86. 85  Ríos de tinta corrieron y siguen corriendo tras la batalla. Los unos para ensalzar las glorias del nuevo reinado, los otros buscando excusas y recurriendo a un mítico sacrificio. Siendo cierto todo ello la batalla tuvo la trascendencia de marcar el cambio de rumbo en el poderío militar del enfrentamiento hispano francés desde 1500, la ascensión del Rey Sol y la decadencia de la Casa de Austria. En cuanto a la batalla y su desarrollo no la vemos diferente a otras, tanto en victorias como en derrotas. 86  A pesar de esta fulgurante promoción derrocharon valor en la batalla. Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2017, pp. 176-186. ISSN: 0482-5748


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