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88 MAGDALENA DE PAZZIS PI CORRALES caballos, armadura completa y lanza de arandela, con una protección para la mano en forma de embudo en su lado más grueso. Para poder utilizarla los caballeros necesitaban un ristre, un apoyo articulado fijado en la parte derecha de la coraza como sostén durante el descanso. Como requisito, estos hombres de armas debían disponer de dos caballos, uno de ellos cubierto completamente con armadura y luego revestido con las armas de Castilla y León, mientras que el otro caballo (llamado dobladura) era montado por un paje, iba sin armadura y su función era servir en la vida diaria; llegado el caso, sustituiría a la montura principal. En un primer momento las compañías tenían el nombre de capitanías, luego compañías sería su nombre habitual. Cada compañía contaba con un capitán, un teniente, un alférez portaestandarte y un trompeta. Como los capitanes eran todos de la alta nobleza y pocas veces compartían el tiempo con sus hombres, la figura del teniente estaría destinada a resultar imprescindible. De esta primera época es la aparición de la figura del sargento, que enseguida se incluirá en cada capitanía, creciendo con el tiempo en número y funciones. Además, la plana mayor, que incluía un capitán general, un alcalde (o preboste), un contador general, un alguacil y un escribano. De las 25 capitanías, 20 eran hombres de armas -con lanza, espada, escudo y, algunos, mazay 5 jinetes, llamados así porque montaban a la jineta, es decir, con estribos cortos y las piernas dobladas en vertical desde la rodilla, montando a lo moro, como se decía. Su indumentaria era de combate con casco de tipo morrión, una coraza con faldón y protección para las piernas y muslos. Como armas de ataque llevaban una espada, un puñal y una ballesta. En su estandarte portaban el color del islam vencido el verde y las granadas no abiertas en los cuatro costados, además del escudo de los Reyes Católicos4. A partir de este momento, las guardas son objeto de atención constante, como lo demuestran las numerosas disposiciones de las que son objeto en varios años consecutivos hasta su disolución: 1525, 1552, 1554, 1573, 1613 y 1618. Una vez puestas en marcha ya no desaparecerían como ocupación y preocupación gubernamental. La eficacia de las guardas se aprecia ya al poco tiempo de su creación y en el aumento de los jinetes por su eficacia en conflictos, como la revuelta de los moriscos en el Albaicín en 1500, que se extendió al año siguiente. 4  Aunque aquí incluimos esta referencia de la bandera porque así se venía considerando, no es seguro que ni el color ni el contenido fuera el de las Guardas de Castilla, pues en los documentos localizados en la sección de Guarra Antigua del Archivo General de Simancas nunca se menciona su estandarte. Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2017, pp. 88-100. ISSN: 0482-5748


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