Patrones, las Juras de Bandera o relevos de los mandos de las unidades, que suelen coincidir con nuestros “Sábados Legionarios”, especiales por la entonación del “Novio de la Muerte” y por nuestro desfi le a 180 pasos por minuto y un solo corazón. La Legión es una unidad muy querida en España, como pude comprobar el pasado enero cuando tuve el honor de mandar una sección de honores en Almendralejo (Badajoz) en el acto con motivo de la inauguración de un monolito en honor a la Legión. No se puede describir con palabras el sentimiento de representar a la Legión, los nervios estaban a fl or de piel, pues son pocos los que tienen el privilegio de poder hacerlo. Para resumir mis casi cinco años de Teniente, cada día aprendes algo y creces como persona y profesional. En la General parece que todo es más fácil, pero hay circunstancias que no puedes planear, pero sí aprender de ellas y mejorarlas en el futuro. No le dábamos la importancia que tienen 56 Armas y Cuerpos Nº 135 los conocidos “Me das Nota” que nuestros capitanes nos pedían cuando íbamos mal uniformados o teníamos la cama mal hecha por una pequeña arruga de la colcha, pero esas correcciones hacen más mella de lo que creemos; nuestra imagen y apariencia es fundamental, el ir bien uniformado (aunque algunos piensen lo contrario) es un refl ejo de tu profesionalidad y de tu trabajo. Nos tenemos que percatar de la importancia de nuestro trabajo y cuál es la fi nalidad de éste, vivimos por y para España. Cuidar nuestros actos tanto en el cuartel como en la calle, es nuestra obligación ya que representamos una Gran Institución. No debemos acomodarnos y dejarnos, debemos de superarnos día a día y demostrarlo, pero no sólo por la opinión de nuestros superiores sino por los que están bajo nuestra responsabilidad. Pero lo mejor del empleo de teniente es poder disfrutar de lo que haces, de ver como esos cinco años en la General han tenido su fruto en el presente. VRCC Centauro
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