Nacional El personal de la Unidad de Vuelo, en plena actividad —es decir, los pilotos— y operadores de carga útil, que son los que manejaban la cámara de la aeronave y analizaban las imágenes obtenidas. Por otro lado, se ha contado también con una Unidad de Tierra, formada por especialistas en mecánica y electrónica que mantenían el sistema en buen estado y perfectamente operativo. Por último, un reducido grupo de personas se encargaba de las Operaciones. Estas componían el equivalente a un puesto de mando —ubicado en el aeródromo civil de Pajares de los Oteros—, desde el cual se dirigía la misión y se coordinaban las acciones con el CAM. La aeronave, un RPAS Searcher MK III J, detectaba posibles puntos de calor y enviaba sus coordenadas a los servicios de prevención de la Junta para lograr que el fuego se quedara en un conato. «En otras ocasiones, sin embargo, han sido ellos los que nos han proporcionado las coordenadas de los incendios ya detectados para su vigilancia o para conocer la medida perimetral», añade el capitán Vega. El GROSA es la única unidad de las Fuerzas Armadas españolas que maneja RPAS clase 2 (más de 150 kilos). Además, este mismo aparato, que este verano ha sobrevolado el Bierzo, ha participado anteriormente en misiones del Ejército de Tierra en el exterior. 17
TIERRA EDICIÓN DIGITAL 27
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