dossier Según los planes actuales, se estima que dentro de diez años los cazas de 5.ª generación representarán alrededor del 20 % de todos los cazas de primera línea europeos, mientras que los de 4.ª generación, de gran variedad tecnológica, conformarán el 80 % restante, por lo que el empleo eficaz de los cazas de 4.ª generación, operando junto a y en armonía con los sistemas de 5.ª generación, es un requisito previo. El resultado de todo ello es una «brecha de interoperabilidad» entre aliados, causada por la falta de sincronización e insuficiente alineamiento de los planes nacionales en el desarrollo de capacidades. Programa Combinado de Interoperabilidad Aérea (CAIP) Para abordar los problemas de la llegada de los cazas de quinta generación, el Steering Group del EAG encargó en 2016 la elaboración de un plan para identificar desafíos y encontrar soluciones a la interoperabilidad en operaciones multinacionales con combinación de tecnologías actuales y de quinta generación. Esta tarea culminó con la elaboración de un programa de interoperabilidad, presentado al Steering Group en julio de 2017, que trata de abordar problemas de interoperabilidad que aún no han surgido. Mediante la metodología de definir un objetivo para las operaciones futuras, identificar problemas de interoperabilidad para alcanzarlo, desarrollar soluciones a los mismos y crear una hoja de ruta para implementar las soluciones, el EAG ha desarrollado, con la colaboración de sus naciones, el Programa Combinado de Interoperabilidad Aérea (Combined Air Interoperability Programme, CAIP). El objetivo consiste en resolver los problemas de interoperabilidad de la integración 4.ª- 5.ª generación en futuras operaciones aéreas combinadas para que las siete fuerzas aéreas puedan operar juntas como una, en todo el espectro del conflicto. Dado que la incorporación de los cazas de quinta generación no se completará en, al menos, otros diez años, el estado final deseable no será alcanzable antes de 2030 y por ello se decidió establecer una meta intermedia que debe completarse en 2022. Se trataba de fijar un tiempo lo suficientemente cercano en el futuro como para permitir lograr resultados concretos en los próximos años, pero lo suficientemente lejos como para permitir que los F-35 hayan desarrollado un nivel suficiente de capacidad operativa. Así mismo, para evitar complejidad se decidió enfocar, inicialmente, el desarrollo del CAIP en operaciones aéreas combinadas, no incluyendo la integración conjunta hasta que se haya alcanzado un nivel de éxito suficiente. El objetivo intermedio para 2022 es «crear las condiciones previas óptimas para un entrenamiento, ejercicios y operaciones combinadas F-35, un ejemplo de sistema de 5.ª generación REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Marzo 2018 173
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