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TEMAS PROFESIONALES de las de petróleo. hay que añadir que la mayor parte se hallan en zonas de soberanía rusa (1). — El deshielo abrirá nuevas rutas y habilitará viejos puertos comerciales durante más meses al año, ahorrando con ello tiempo, combustible y, por ende, dinero, tanto a transportistas como, claro está, a los destinatarios del comercio mundial. Se calcula que hacia el año 2030 las rutas del Ártico quedarán permanentemente abiertas debido a los efectos del cambio climático. Eso implicará una notable reducción de las distancias de tránsito comercial marítimo. Sin ir más lejos, la ruta de unos 21.500 km entre Dalián y Róterdam, vía Suez, puede quedar reducida a menos de 15.000 km siguiendo la del Ártico, conocida como «ruta noreste». Además, aunque los buques que discurran por ellas teóricamente también podrían ser interceptados por terroristas, por mafias criminales especializadas en la piratería o incluso por Estados díscolos, lo cierto es que será considerablemente más complicado que estos actores tengan éxito en esas latitudes y circunstancias. — Por lo demás, no es descartable —aunque a los efectos de este análisis tenga una relevancia menor y por ello no sea considerado de modo expreso— que se produzca la apertura de la zona al turismo de masas, con la consiguiente potenciación del sector servicios al norte del círculo polar a unos niveles ahora inconcebibles. ¿Cuál es la situación de partida? Desde 1996 existe un Consejo Ártico (Declaración de Ottawa), cuyas competencias son básicamente medioambientales, aunque traslucen de modo creciente los intereses económicos y comerciales emergentes. Está formado por ocho miembros de pleno derecho (Estados Unidos, Rusia, Canadá, Noruega, Dinamarca, Suecia, Finlandia e Islandia). hay, además, estados observadores, entre ellos España, Alemania, Francia, Reino Unido, China, Japón o India. Este organismo ha declinado que la UE sea miembro como tal en una muestra de celo hacia la posible ampliación de los actores más relevantes, lo cual es un indicio de lo mucho que está en juego. Una de las cosas que más llaman la atención de los analistas es que Rusia es mucho más proactiva que Estados Unidos en el Ártico, quizá porque Washington tiene demasiados frentes abiertos en el globo o porque con su nueva «edad de oro» de los hidrocarburos (en buena medida gracias al fracking) tiene satisfechos sus intereses en este sector (2). Mientras esto ocurre, (1) GAUTIER, Donald, et alt.: «Assessment of undiscovered oil and gas in the Arctic». Science, vol. 324, Issue 5931, 29 may 2009, pp. 1.175-1.179. (2) PALACíN, Blanca; GARCíA SÁNChEz, Ignacio: «Geopolítica del deshielo en el Ártico», en Política Exterior, 154, 2013. 308 Marzo


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