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RGM MARZO 2018

RUMBO A LA VIDA MARINA que se entere el personal, no sabemos con qué intenciones. Y solo eso es lo que oímos. De todas formas hoy se sabe que la parte audible de estas conversaciones es tan rica que se han registrado miles de voces, matices y tonos que completan la eufonía de uno de los lenguajes más asombrosos y ricos que existen en el reino animal, después del nuestro. Y por analogía podemos preguntarnos: esta comunicación a base de intermitentes y rítmicos destellos sonoros ¿puede ser considerada como el morse de la fauna marina? Pero aún hay más al respecto. Cuando los cetáceos pertenecían a la tierra, unos dicen que era un bicho parecido a un pequeño hipopótamo, del tamaño de un lobo, bautizado como Pakicetus por corresponder a un fósil encontrado en la región de Pakistán, en lo que entonces sería la costa del primitivo mar de Tetis. Este cetáceo vivió en el Eoceno, hace aproximadamente 50-40 millones de años, y se considera el antepasado común de todos los cetáceos (hasta que no aparezca otro fósil que mande al Pakicetus al pañol de excluidos). Y yo no sé muy bien si la historia del sonar pudo comenzar cuando uno más espabilado que sus congéneres, y por tanto merecedor de perpetuarse, oyese sorprendido cómo sus rugidos eran devueltos por el eco al chocar con el paredón de una montaña. Pronto se daría cuenta este tatarabuelo de la ballena azul de que A la altura de los más recientes hallazgos paleontológicos se cree que el antecesor común de todos los cetáceos fue Pakicetus, un animal parecido a un pequeño hipopótamo, del tamaño de un lobo, de acuerdo con un fósil aparecido en Pakistán. (Foto tomada de internet en Thinglink.com). 2018 287


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