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33 Elena Labrado Calera Análisis de la pluralidad del islam político. Los casos de… Estos resultados hacen pensar en una consolidación del partido islamista PJD den-tro del marco del sistema político marroquí y lo aleja de una posible «excepcionalidad histórica», que podría haberse pensado en un principio. Así pues, parecen normalizar-se como un actor más dentro del juego político del país46. Un actor, además, al que de momento no afecta la desafección de la población marroquí para con su sistema polí-tico y que ha demostrado el éxito que puede conseguirse con un partido cohesionado, disciplinado y con una maquinaria electoral, e ideológica, que funciona, es decir, un partido político en toda regla que se comporta como tal. En este punto conviene destacar que no todo depende de ellos. Su capacidad de ma-niobra se circunscribe a su coalición de Gobierno, y a los demás partidos que forman parte de ella. Y, por supuesto, también a Palacio, donde se toman las grandes decisio-nes y estrategias. Y aquí recuperamos lo dicho ya sobre el rey que, además de reinar, mantiene algunas ramas del Gobierno en su mano, sirve de árbitro en la escena política y vigila los principales resortes de Marruecos. Una institución que, hasta el momento, se ha demostrado capaz de preservar la estabilidad y la pluralidad del sistema47. De este modo, nos encontramos con una necesaria convivencia entre la monarquía y una parte del islamismo marroquí. Para ello, el PJD ha tenido que hacer concesiones, como renunciar a su petición de una monarquía parlamentaria, además de mantener un papel subordinado a la institución real. Algo que le supuso ya una crisis interna, resuelta con la aceptación de que «la contrariedad de los islamistas no tiene nada que ver con el rey, con quien trabajamos, y en cuya dirección también vamos nosotros, sino con el Majzén, que no quiere salir del inmovilismo»48. El Majzén es una estructura paralela de poder, una tradición clientelar en cuya cúspide está el rey. Ya hemos hablado de la figura del monarca marroquí como co-mendador de los creyentes y descendiente del Profeta, pero es, también, el jefe de una organización bicéfala formada por un Majzén tradicional y una Administración mo-derna, como señala el politólogo y profesor de la Universidad Mohamed VI Mohamed Tozy49. La Casa Real, Dar al Majzen, es el lugar central donde se forma la cultura del po-der. Desde ahí se transmiten los códigos de obediencia y de mando, y se elabora la etiqueta impuesta a las demás instituciones, continúa Tozy. De esta manera, el Majzén es la estructura característica marroquí para el Gobierno de los hombres. Como se ha señalado, ejerce de árbitro entre las partes, permite la disidencia y el conflicto, pero siempre con ciertos límites. Hay espacio para la disidencia controlada a espaldas de la Seguridad del Estado. 46  https://www.esglobal.org/marruecos-vuelve-triunfar-partido-islamista/. Consultado el 04-11- 2017. 47  Ibid. 48  Ibid. 49  El sistema político marroquí: el factor islamista (i). Consultado el 04-11-2017. http://revista.ieee.es


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