El deshielo y las nuevas rutas El Ártico, una zona hasta ahora yerma y olvidada desde la caída del Muro, ha vuelto a despertar el interés de la comunidad internacional. El deshielo de sus aguas por el calentamiento global está permitiendo el acceso a una región antes inhóspita, convirtiéndola poco a poco en un nuevo Klondike. Este deshielo también nos abre nuevas rutas marítimas, convirtiéndolo en un sitio de alto interés estratégico para el tráfico mercante. En vista de estas prometedoras oportunidades económicas, el Ártico se TEMAS PROFESIONALES Nuevas rutas en el Ártico. (US Navy). está convirtiendo en un espacio en conflicto, según muchos autores (Byers, 2017). Las tres rutas de navegación abiertas son (Rothwell, 2012): el Paso del Noroeste, que circunnavega Alaska, Canadá y Groenlandia; la Ruta del Mar del Norte, que une los océanos Atlántico y Pacífico a lo largo de las costas de Rusia, y la Ruta Transpolar, que atraviesa el Ártico por su zona más meridional. Poseen un enorme potencial para acortar el tiempo en el transporte marítimo de mercancías desde el Pacífico a las costas del Atlántico europeo y norteamericano y viceversa. Actualmente estos derroteros no son transitables todo el año debido al grosor de la capa de hielo, que el calentamiento está haciendo que se vaya reduciendo. Según actuales estimaciones se prevé que para el año 2030, la región esté libre de hielos en los meses de verano. El deshielo abre también las puertas a un lugar sumamente rico en recursos: la región alberga importantes reservas energéticas y de minerales, así como sus grandes bancos pesqueros, sin mencionar el turismo, otro de los grandes alicientes de la zona (Sirvent Zaragoza, 2014). La atención mundial se dirige a las consecuencias geopolíticas, económicas y ambientales de estos cambios. 2018 917
REVISTA GENERAL DE MARINA 274-5
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