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REVISTA GENERAL DE MARINA 274-5

Historia HISTORIA DE LOS NUDOS Y EL ARTE DE ANUDAR Enguillado Nos encontrábamos a bordo del navío Nuestra Señora de Begoña navegando por la zona de las Antillas. El comandante nos informó de que se avecinaba temporal y decidió correr el tiempo con mar en popa y no capear o navegar a palo seco. Ordenó cargar la cebadera, aferrar mesana, gavias, juanetes y sobre juanetes y rizar la mayor y trinquete. Los hombres soltaron el enguillado de los tomadores. Miguelito, tranquilo al lado de don Diego, miraba la maniobra con la inquietud de un joven aprendiz. Y preguntó: «¿Cómo recogen los tomadores para que no se enganchen con la jarcia de labor, don Diego?». A lo que este constestó: «La experiencia nos hizo aprender que debe hacerse un enguillado, que es una amarradura realizada mediante unas vueltas redondas perpendiculares al tomador y pasando su chicote por la gaza que forma. Es la mejor y más segura forma de arranchar los tomadores, Miguelito». Así podría narrarse la aparición de este tipo de amarradura. La descripción más antigua que he podido encontrar se halla en la lámina número 62, Ayuste a la flamenca, engañaduras, costuras…; en la lámina número 63, Diferentes gazas, vueltas y coseduras que se dan a los cabos… y también en la número 112, Velachos y sus nudos para rizos, del libro de don Juan José Navarro, marqués de la Victoria (1), y en la que ilustra esta amarradura. Etimología El marqués de la Victoria define enguilladura o anguilladura como unas vueltas llanas perpendiculares al mismo cabo doblado y terminadas en una gaza por donde se introduce el chicote para que el cabo no quede muy largo. Se suele hacer en los extremos de los tomadores de las vergas para afirmar las velas. Según el diccionario de Timotheo O’Scanlan (2) (1831) consultado, el enguillado no era propiamente una amarradura, sino que se empleaba para acortar un cabo para que no sea muy largo y cuelgue. Se dice de la acción de liar. Según Baltasar Vallarino (3) (1884), El arte de aparejar un navío, es una amarradura que se suele hacer en los extremos de los tomadores de las vergas para afirmar las velas. También dice que esta aduja es una especie de encadenado que se suele hacer en los tomadores de las vergas para que no sean muy largos, aunque esa definición nosotros lo conocemos como cadenilla por cocas. (1) NAVARRO, Juan José (marqués de la Victoria): Diccionario demostrativo con la configuración o anatomía de toda la arquitectura naval moderna. Cádiz, 1719. (2) O’SCANLAN, Timotheo: Diccionario marítimo español. Imprenta Real. Madrid 1831. (3) VALLARINO, Baltasar: «El ancla de leva», p. 270, nota 106 de la p. 108 y en la figura 640. 2018 961


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