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REVISTA GENERAL DE MARINA 274-5

TEMAS PROFESIONALES de los Estados Unidos decidía que los barcos de mayor porte debían tener propulsión nuclear. Y el portaviones mediano siguió siendo apoyado, hasta que en los años 80 Ronald Reagan llegó a la presidencia de los Estados Unidos y aprobó un mayor presupuesto para la Armada, que la posibilitaba para construir más barcos de la clase Nimitz. Fue entonces cuando el concepto del portaviones mediano de los Estados Unidos se vino abajo, al menos por el momento. Pero todos estos estudios y trabajos, y otros paralelos, propiciaron la aparición de barcos de menor porte capacitados para transportar y operar aeronaves, sobre todo VTOL y VSTOL, que, como veremos, fueron aceptados por otras armadas. Al comparar los portaviones pequeños con los de flota, uno de los principales argumentos es que la unidad aérea embarcada de los pequeños es inferior y está formada por aeronaves de menor capacidad, lo que es verdad, pero necesita algunas matizaciones. Para llevar a cabo una misión limitada o de reducida entidad, un grupo formado por helicópteros y unos cuantos aviones VSTOL a bordo de uno de estos barcos puede ser más que suficiente, no supone una gran movilización y proporciona una enorme versatilidad, sin necesidad de desplazar a un pesado portaviones de flota. Otro de los argumentos es el de la capacidad de supervivencia de los de flota, ya que existe la opinión de que solo los grandes portaviones pueden sobrevivir a fuertes ataques. Pero si echamos un vistazo a tiempos pasados veremos cómo los norteamericanos de la clase Essex, de 27.200 t y por ello de relativamente reducidas dimensiones, aguantaron perfectamente los ataques de bombas y kamikazes. Basta recordar al Bunker Hill, que sufrió dos impactos de kamikazes en Okinawa, tuvo 653 bajas y navegó por sus propios medios a Estados Unidos para ser reparado. O el Franklin, que fue el que más daños sufrió y sobrevivió a ataques japoneses en marzo de 1945 tras haber tenido 724 muertos y 265 heridos. Toques de atención En el transcurso de estos procesos de decisión surgen dudas y discusiones: seguir adelante con portaviones grandes, prescindir de ellos, sustituirlos por otros más pequeños o utilizar otros tipos de barcos. Pero en los últimos años del siglo xx ocurrieron algunas cosas que dejaron bien claras las ventajas de contar con portaviones. Así ocurrió en el golfo Pérsico, en la zona de exclusión de vuelo en la Operación DESERT STORM (TORMENTA DEL DESIERTO). Resultó que muchos países cercanos a Irak se sintieron muy incómodos a la hora de proporcionar bases en sus territorios para la aviación aliada que operaba en la zona. En repetidas ocasiones, Sadam Husein amenazó a los países árabes que cooperasen con las potencias occidentales con la 904 Junio


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