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Revista Historia Militar Extra 1 2018

LA IGLESIA DEL OCCIDENTE EUROPEO FRENTE A LAS INCURSIONES… 287 El tal Gunderedo –Gunnrauðr o Gudræd– debía ser un caudillo bastante importante70 que llegó a Galicia al frente de casi cuatro mil guerreros71 con la explícita intención de saquear la región. Deducción extraída de las palabras de Dudón de San Quintín, quien comenta que, tras haber estado unos vikingos sirviendo como mercenarios para el duque Ricardo I de Normandía, éste: “… a los que deseaban permanecer paganos, los envió a Hispania, guiados por gentes de Coutances” 72. A su arribada, los normandos encontraron exclusivamente oposición en las acciones del obispo Sisnando II Menéndez73. Este prelado, aunque no puede ser definido estrictamente como ‘guerrero’74, sí sabemos que había tomado la dirección de la defensa estática de su señorío75, y posteriormente tomó también la iniciativa de dirigir personalmente la defensa dinámica de la diócesis movilizando y capitaneando las levas gallegas en abierta batalla contra los vikingos. El Cronicón Iriense lo expresó con estas palabras: “Entonces Sisnando, lleno de soberbia volvió a su sede, y mientras se encontraba allí, un domingo, mediada la Cuaresma, he aquí que llegaron mensajeros anunciándole que normandos y franceses y muchos enemigos venían de Juncaria con el deseo de marchar sobre Iria, y que a cuantos hombres y mujeres se encontraban por el camino, los capturaban, y depredaban y devastaban las tierras. Cuando aquello lo oyó el obispo Sisnando, de manera insensata reunió al ejército y los persiguió hasta Fornelos, y penetrando en medio de la formación enemiga, fue muerto”76. 70  Así lo defendió algún autor que vio en él a un miembro de la familia real noruega. Fabricius, Adam: Forbindelserne mellem Norden og den spanske halvø i ældre tider. Nielsen & Lydiche, Copenhague, 1882, p. 76. 71  Seguimos las estimaciones numéricas de Foote, Peter y Wilson, David, M.: The Viking Archievement. Book Club Associates, Londres, 1974, p. 281. 72  “Illos uero qui oberrare cupiebant paganis ritibus, conduci fecit ad Hispaniam, Constantinensibus uiatoribus”. Lair, Jules ed.: Dudone Sancti Quintini: De moribus et actis primorum Normanniae ducum. Le Blanc-Hardel, Caen, 1865, p. 287. 73  Las razones de la pasividad del joven rey Ramiro III ante esta agresión extranjera y un análisis de la situación del reino leonés a la llegada de los normandos puede verse en Ayala, Carlos: Sacerdocio y Reino en la España Altomedieval. Sílex, Madrid, 2008, p. 223. 74  Sobre la definición y el estudio de la figura del ‘obispo guerrero’ ver Arranz Guzmán, Ana: “Cuando el clérigo va a la guerra: algunos ejemplos de obispos ‘peleadores’” en Guerra y Paz en la Edad Media, Sílex, Madrid, 2013, pp. 275-308. 75  Como ya hemos visto al hablar de sus obras de encastillamiento. 76  Traducción del autor. “Tunc Sisnandus, tumidus et elatus, ad propriam rediit sedem; et cum ibi moraretur, dia mediante Quadragesime dominica, ecce nuntii uenerunt ante eum dicentes quod normani et frandeses et gens multa inimicorum, ueniens de Iuncariis uolentes ire ad Hyriam, quos cum homines et mulieres in itinere inueniebant ducebant captos, et terram uas Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2018, pp. 287-300. ISSN: 0482-5748


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