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efectivamente, con “calzas e jubones de devisa” resultando una colorista indumentaria de los colores rojo, amarillo y blanco “de Su Alteza” repartidos de manera no uniformeII. simbólico y representativo de estos tres colores más allá de la heráldica real, y con claro propósito identifi cativo. Esta fi nalidad resalta a la vista de otras tropas presentes en dichos murales: la escolta del cardenal Cisneros cuyos peones visten de colores variados pero no de rojo, amarillo y blanco. Esta diferente forma de vestir establece una diferencia esencial entre unos peones y otros. El rojo y amarillo aparecen, pues, como la combinación más genuina, más puramente española, y ya vista tras un hecho histórico de innegable trascendencia: la unión de los reinos de León y de Castilla en el año 1230; era de rojo y oro, al igual que el escudo de Navarra, del siglo XIII. Variante del escudo real de Felipe II con Navarra. Estamos ante un primer uso Retablo de la Piedad de la Catedral de Pamplona; 1601. Foto Yiorsito. La importancia del uso simbólico de los tres colores reales se ve defi nitivamente en que con ellos fue uniformada la Guardia Real durante los casi dos siglos que abarcaron los reinados desde Carlos I hasta Carlos IIIII. Si estos colores no hubieran representado el poder real, no habrían acabado en los uniformes de los guardias reales y del personal de Palacio, como lacayos, palafreneros, etc. El dotar de uniforme al personal al servicio inmediato de las altas autoridades era obligado en ese tiempo: el III Duque de Alba vestía a sus alabarderos de blanco, azul, rojo y amarillo (1570), Alejandro Farnesio de azul y rojo a los suyos (1579), y el archiduque Alberto de naranja a los propios (1596), etc. Así, Lope de Vega aludía a la “librea del rey”6 , en su obra “La dama boba” (1613)IV : “Escucha un momento. Salía por donde suele el Sol, muy galán y rico, con la librea del rey, colorado y amarillo” El que Lope de Vega no citara el blanco puede estar en que era el color principal del uniforme de una parte de la Guardia Real, la Guardia Blanca, que estaba formada por alemanes; así quedaban diferenciados de la Guardia Amarilla, formada por españoles. Atención a este uso del blanco. el rojo se correspondería al león heráldico del reino de León y el oro al castillo del reino de Castilla, y se conoce su combinación en documentos ofi ciales posteriores a dicha uniónV . Además, la Señal Real de Aragón, cuyo origen se remonta al siglo XII, también En el ejército prevalece el rojo El rojo era el color preferido para los símbolos de las huestes desde la Reconquista. Cabe citar como ejemplos las cruces rojas de las tropas de la Santa Hermandad, y que en la guerra de las Comunidades (1520) llevaban “en el pecho cruces coloradas los del campo de la Comunidad y cruces blancas los del campo del Emperador”VI , colores simbólicos, respectivamente, del ámbito castellano y del borgoñón. Atención a este color blanco. Las cruces medievales rojas fueron sustituidas por aspas sencillas, también rojas, entre octubre de 1521, el fi n de la guerra de las Comunidades, y mediados de abril de 1522, los prolegómenos de la batalla de Bicoca (Italia). Tiempo después, en la noche previa a la batalla de Pavía ocurrida el 24 de febrero de 1525 Antonio de Leyva ordenó que sus hombres llevaran, para identifi carse bien ante los franceses, una banda roja puesta sobre la camisa blanca vestida por fueraVII. Entonces, las banderas de infantería, que también llevaban el aspa, combinaban, y no casualmente, los colores rojo, amarillo y blancoVIII, como la antigua expresión de ser infantería real. Pero el rojo se asentó como el único color los distintivos del Ejército, cuya regulación aparecía continuamente: en unas ordenanzas particulares 6 “Librea” aquí equivale a uniforme. 48 Armas y Cuerpos Nº 138 ISSN 2445-0359


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