Page 76

ARMAS Y CUERPOS 138

Laponia caer rendido. Y así van pasando los días, las noches, los kilómetros, los refugios y los paisajes frente a mis ojos. Me sentía tan a gusto, en contacto con los elementos, llegando a los sitios por mi propio pie, alejado del stress y las prisas de las ciudades que un día dije: “Y la vuelta al mundo caminando… ¿por qué no?” Recuerdo que me llevó más de un año tomar la decisión. Tienes que realizar un verdadero ejercicio de desprendimiento, dejarlo todo, tu casa, tu trabajo, la familia, los amigos… soltar tus miedos y lanzarte a la aventura, a la conquista de un sueño, un viaje del que no sabes si vas a regresar. Sin embargo, es un milagro estar vivos y en la vida hay que ser valiente. Valientes para luchar por aquello en lo que creemos, defender nuestras palabras y reconocer nuestros errores. Rondaba el verano de 2012 cuando tomé la decisión, con la determinación y la convicción que requiere una aventura de esta envergadura. Hasta la aventura más larga comienza con un primer paso, y acababa de darlo. Comenzaban los preparativos. Durante nueve meses tracé un itinerario y un calendario provisionales, me puse todas las vacunas habidas y por haber, contacté con embajadas, preparé el material, el entrenamiento, tratar de conseguir patrocinadores… veinticuatro horas al día, siete días a la semana, casi como una obsesión. Todo lo que hacía iba enfocado en una dirección, tenía una meta. Recuerdo despertarme por la noche soñando si para ir de Nepal a Bangladesh tenía que pasar por la India, levantarme de madrugada a consultar el mapa que tengo en el cabecero de mi cama y comprobar que sí. Recuerdo que la sociedad vivía tiempos de hastío y cansancio, de crisis e incertidumbre, sin embargo, yo quería contar una historia inspiradora, animar a la gente, apreciar lo que tenemos y trabajar para mejorarlo en vez de quedarnos de brazos cruzados esperando a que nos den las cosas hechas. Además, quise dedicar esta expedición para documentar el cambio climático y lanzar un mensaje de conservación de la naturaleza y el planeta. Caminar es el medio de trasporte más silencioso y respetuoso con el medio ambiente, y la mejor manera de predicar esos valores con el ejemplo. El 21 de marzo de 2013 daba los primeros pasos en el kilómetro 0 de la Puerta del Sol en Madrid y me alejaba paso a paso hacia el este como una estela que se pierde en la mar. Cuando viajas a pie el primer día no llegas muy lejos, apenas unos kilómetros más allá. El segundo día avanzas un poco más. Y así, paso a paso, poco a poco, te vas alejando de tu tierra, tu gente, del entorno conocido y familiar en el que estás acostumbrado a desenvolverte. Hasta que un 76 Armas y Cuerpos Nº 138 ISSN 2445-0359


ARMAS Y CUERPOS 138
To see the actual publication please follow the link above