Page 32

Revista-General-Marina-275-1-julio-2018

TEMAS GENERALES lidad de Bélgica de 1839 no fuese un simple scrap of paper, no obligaba en absoluto a Gran Bretaña a defender a esa nación y, además, las obligaciones de Inglaterra no quedaban claramente definidas. Por consiguiente, si el embajador británico hubiese sustituido la palabra «honor» por las de «intereses comerciales y obligaciones secretas» de las que el Parlamento no había sido informado, la respuesta habría sido mucho más sincera y menos cínica. Finalmente Goschen presentó un ultimátum redactado por Grey. El mismo día 4 Alemania invadió Bélgica, que había iniciado su movilización «el 24 de julio». El rey Jorge V de Inglaterra firmó la declaración de guerra ese día a las 23:00, declaración que no había sido autorizada por el Consejo de Ministros, al que ni siquiera se preguntó. El Parlamento fue informado más tarde, pero no tuvo tiempo para debatir el asunto, ni ninguna oportunidad de votar a favor o en contra. A continuación, Gran Bretaña cortó los cables telefónicos transatlánticos de Alemania. El día 6, el Cuerpo Expedicionario británico se dirigió a Francia. Conclusiones La alianza militar «secreta» que firmaron Francia e Inglaterra tras la formación de la Entente en abril de 1904 estaba destinada, por parte de los ingleses, a animar al Gobierno francés a declarar la guerra a Alemania mientras a esta la mantenían en la ignorancia de la citada alianza, a sabiendas de que, sin el apoyo de Gran Bretaña, Francia y Rusia no declararían la guerra a los alemanes. Por otra parte, si estos hubiesen conocido la alianza militar secreta de la Triple Entente habrían actuado de otra manera, como muy bien dijo el presidente norteamericano Wilson en marzo de 1919: We know for a certainty that if Germany had thought for a moment that Great Britain would go in with France and Russia, she would never have undertaken the Enterprise (22). Alemania tenía todo el derecho de poseer una Marina Mercante que impulsara su comercio marítimo al objeto de poder exportar sus productos, así como a influir en las relaciones internacionales de acuerdo con su nuevo rango en el mundo. Para conseguir esto había construido una numerosa flota mercante que necesitaba proteger con una poderosa flota de guerra. De no ser así, Inglaterra habría impedido por la fuerza su expansión marítima, al igual que había quitado, también por la fuerza, la República Sudafricana (Transvaal y Orange) a los colonos holandeses en la Segunda Guerra de los Bóers (1899- 1902), por la simple razón de que esta república no tenía un ejército capaz de medirse con el británico. Igualmente sucedió con el incidente de Fachoda con (22) KOLLERSTROM, Nick: op. cit., Amazon 2016. 2018 31


Revista-General-Marina-275-1-julio-2018
To see the actual publication please follow the link above