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Revista-General-Marina-275-1-julio-2018

VIVIDO Y CONTADO Da gusto trabajar con profesionales de esta clase. Una UNAEMB es autosuficiente, en gran medida, y funciona como un reloj. Cada uno sabe su cometido. Además, aligeraremos peso quitando la ametralladora de 12,7 mm, el bípode, la basada, los fusiles, la munición de la ametralladora y de los fusiles, un asiento, el agua extra que llevamos cuando volamos en ISR (vuelo de reconocimiento e inteligencia) y todo lo que sea innecesario. El nadador de rescate, Ángel Izquierdo, se ofrece voluntario para quedarse a bordo del pesquero, una vez que haya subido el enfermo, para aligerar peso y tiempo. —Ya me recogerán mañana. —Somos una dotación. Vamos todos y volvemos todos. Muchas gracias, pero será lo último que contemple. Durante los vuelos de patrulla e ISR llevamos 3.300 libras de combustible para no ir al límite de potencia y salir cómodos, ya que el calor y la humedad reinantes siempre dejan con la lengua fuera a las turbinas durante la salida. En esta ocasión cargamos más combustible para tener un remanente que a lo mejor nos hace falta en la búsqueda, nunca se sabe… Para paliar los efectos de la limitación de potencia coordinamos con el comandante de la guardia, teniente de navío Lamas, que el barco nos dé el mayor relativo posible en cubierta. Iremos muy cargados con dos pilotos, un operador de sensores o SENSO, brigada Felipe Navarro; el rescatador, sargento primero Ángel Izquierdo, y la enfermera, teniente Cristina Alfaro. Instantes después, nos reunimos con el comandante, el segundo, el jefe de Operaciones, el jefe de Control del buque, personal sanitario. Hay que decidir qué hacer a la vuelta, repostar y salir para Dar el-Salam o estabilizar al enfermo a bordo y llevarlo al alba al aeropuerto, cuando el barco esté más cerca de costa. La alférez médico reservista Mercedes Espigares, a la vista de las constantes que presenta el enfermo y que son transmitidas puntualmente cada hora por el capitán del barco vía telefónica, opina que la situación no es tan grave y que puede esperar a la mañana siguiente. Yo manifiesto mi incomodidad de tener que volar al aeropuerto de noche, ya que está 10 millas tierra adentro. No conocemos la zona, no sabemos si hay antenas o edificios altos y la meteorología durante nuestra estancia en puerto había sido digna del África tropical en esta época del monzón. Fortísimos chubascos y nubes espesas. Las previsiones meteorológicas (METAR —la situación meteo actualizada— y TAF —la situación meteo prevista—) del aeropuerto indicaban un techo de nubes de BROKEN 1.900 pies con cúmulonimbos (el principal enemigo de las aeronaves) con SHRA, lo que viene siendo fuertes chubascos. Además, el aeropuerto solo tiene VOR e ILS, dos ayudas a la navegación instrumental muy precisas. Nada de TACAN, nuestra única radioayuda, la 2018 73


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