Nacional los pocos militares del destacamento que carece de una escultura en su honor. Es el rostro visible porque simboliza el liderazgo 40 que ejerció en uno de los momentos más duros para las tropas españolas, a quienes alentó para continuar en sus puestos hasta el final del sitio. Los demás soldados participantes también serán honrados, ya que sus nombres quedarán reflejados en el pedestal. LOS ARTISTAS Salvador Amaya y Ferrer Dalmau llevan más de cuatro años colaborando, porque ambos inciden en que es imprescindible ultimar cada detalle de la figura juntos —como los botones o la apertura de la guerrera—. Necesitan embeberse de las técnicas del otro porque «todo cuenta». La única dificultad que esgrimen recae en la representación material del boceto: no se puede plasmar tal cual, ya que la escultura implica una visión de 360 grados. Aun así, aseguran que ha sido muy sencillo trabajar en un proyecto que se ha gestado con naturalidad. «Es un honor poder participar y darlo a conocer, porque el tiempo pasa, pero esto perdurará», asegura Ferrer Dalmau. El boceto que ha dibujado el pintor supone la primera piedra que culminará en la obra de Salvador Amaya. Aquel primer esbozo, que se gestó en junio, comenzó a tener forma en noviembre, cuando las manos del escultor empezaron a mode- Ferrer Dalmau y Salvador Amaya cuentan los detalles de la escultura a los Héroes de Baler
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