LA BANDERA NACIONAL: SITUACIÓN, PROPÓSITO Y VALORES... 35 La Milicia Nacional fue el instrumento armado del liberalismo, de concepción paramilitar, ideologizada con mentalidad y con disciplina partidista para contraponerlo al Ejército51 porque el liberalismo recelaba de él debido a que, además de ser la fuerza militar del reino, era también fuerza de orden público52 y podía recibir órdenes de reprimir los disturbios y la violencia a que se acudía a menudo en las luchas políticas. Además, y en un ámbito más de las mentalidades individuales, el liberalismo consideraba que, por su origen mayoritariamente nobiliario o aristocrático, la oficialidad sería leal al Rey y no muy favorable a que perdiera su soberanía absoluta ante la Constitución de 1812. Ésta regulaba en su Título VIII la ‘Fuerza militar nacional’, que dividía en ‘Tropas de continuo servicio’, es decir, el Ejército, y en ‘Milicias nacionales’. Sobre éstas su artículo 362 decía que “Habrá en cada provincia cuerpos de milicias nacionales, compuestos de habitantes de cada una de ellas, con proporción a su población y circunstancias” y el 363 que “Se arreglarán por una ordenanza particular el modo de su formación, su número y especial constitución en todos sus ramos”. Su organización se reguló por el reglamento provisional del 18 de abril de 1814 que establecía, entre otras condiciones, la obligatoriedad de alistarse en esta Milicia y sus misiones, que eran, en su demarcación local, garantizar la tranquilidad y seguridad públicas, aprehender desertores y malhechores, escoltar presos y caudales públicos, etc. Sin embargo, el juramento que se exigía a los alistados era de mucha mayor trascendencia política:53 “¿Juráis a Dios emplear las armas que la Patria pone en vuestras manos en defensa de la religión católica, apostólica, romana, la conservación del orden interior de este pueblo y su término, guardar y hacer guardar, si alguna vez os compitiere, la Constitución política de la Monarquía …?” A pesar de las invocaciones iniciales, el principal objetivo de la Milicia Nacional era “Guardar y hacer guardar… la Constitución”, mediante poner en manos de los alcaldes, los ejecutores de los cambios a nivel local, una fuerza armada que protegiera la implantación de las novedades políticas y luchara contra los que se opusieran. Pero tras el regreso de Fernando VII a España en 1814 recuperando el pleno ejercicio de su 51 Espadas, Manuel: op. cit., en el prólogo a Pérez Garzón, Juan S.: op. cit., p. XXXIII. 52 Hasta 1844 no se consiguió disponer de un eficaz cuerpo policial de ámbito nacional: la Guardia Civil. 53 Gómez Ruiz, Manuel y Alonso Juanola, Vicente: El Ejército de los Borbones. Reinado de Fernando VII. Ed. Ministerio de Defensa-Instituto de Historia y Cultura Militar, T. V***, Madrid, Revista de Historia Militar, II extraordinario de 2018, pp. 35-72. ISSN: 0482-5748 2002, p. 60.
RHM_extra_II_2018_
To see the actual publication please follow the link above