costa hostil o potencialmente hostil. La complejidad de este tipo de operación obliga a que todo el personal del Tercio de Armada demande un adiestramiento completo y exigente, que le capacite para desenvolverse con soltura en tierra, mar y aire. Yo diría que la principal ventaja es la de estar integrado en una unidad única en España, en la que el soldado puede desarrollar un gran abanico de funciones y trabajos, desde fusilero hasta mecánico, pasando por artillero o dotación de embarcaciones u otras muchas más, lo que nos permite ofrecer una variedad única. Tampoco debemos olvidar las grandes oportunidades que brindan las colaboraciones con unidades similares de otros países, así como las posibles maniobras o despliegues en el extranjero que se están llevando a cabo actualmente. P.— ¿En su opinión, cuáles son las mayores dificultades que encuentra el soldado una vez aquí y qué medidas se han arbitrado para paliarlas? R.— Dependiendo de la situación particular de cada Infante de Marina éstas pueden ser de lo más variado. Manteniendo las necesidades del servicio y el nivel de disponibilidad de la Unidad se afrontan y se atienden. La conciliación familiar, debido a la alta disponibilidad de la FIM es uno de los retos actuales. La legislación en vigor, en constante renovación y actualización, intenta dar solución a esta situación. P.— ¿Cómo ha ido evolucionando la calidad de vida del soldado en el TEAR? R.— El cambio del soldado de reemplazo al profesional supuso un reto para las FAS teniendo en cuenta que hubo una disminución de efectivos. Las instalaciones y servicios se adaptaron a las necesidades del personal profesional, al que había que adiestrar más y mejor en busca del nivel de excelencia propia del Cuerpo. La formación —profesional, física y técnica— representa una preocupación constante del mando. P.— La juventud de nuestros soldados, si bien es una gran cualidad para su rendimiento físico, también es verdad que les hace especialmente vulnerables ante los peligros de un mal uso de su tiempo libre ¿Se ofrecen al soldado iniciativas para desarrollar en su tiempo libre? R.—Además de la posibilidad de uso de instalaciones del acuartelamiento, como el gimnasio o la piscina, la Jefatura de Personal ofrece un abanico de cursos de formación en diferentes áreas. P.—Ya que se han cumplido los 30 años de la incorporación de la mujer a las FAS, nos gustaría saber el porcentaje de solicitudes y admisiones de mujeres en el TEAR y su nivel de integración con el resto de compañeros. R.— En el Tercio de Armada somos 2263 efectivo de los cuales hay 150 mujeres, diez oficiales, seis suboficiales y 134 de tropa. El personal femenino se incorporó al Tercio de Armada en 1998; así pues, tras veinte años la integración en la unidad, ésta es absoluta, no existiendo distinciones por razón de género. Por lo demás, la normativa legal contempla ya las diferentes situaciones específicas de la mujer, como es el caso del embarazo, nacimiento de hijos, lactancia, etc. Esta normativa es de aplicación general a todos los españoles, incluido por supuesto el personal militar. P.— Para el ascenso a Cabo Mayor es preciso tener una antigüedad de al menos 10 años como cabo 1.º ¿Existe esta figura en el TEAR? R.— Sí, aunque ahora estamos en fase de implementación del empleo de CBMY, todo esto bajo la dirección del Cuartel General de la Fuerza de Infantería de Marina. P.— Y bien, por último, y no por ello menos importante, nos consta la encomiable labor asistencial que realizan los miembros del TEAR y del TERSUR, ya que muchas veces nos hemos hecho eco de ella en las páginas de nuestro BIP, y a la que aludía como su El suboficial mayor Montero charla en un momento de la entrevista con Trinidad Ambrona, periodista BIP 23 y miembre de la Redacción del BIP. Instalaciones de Combat-Fit en el TEAR de reciente inauguración.
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