7 Tenemos, pues, que encontrar un oficial de artillería destinado al inicio de conflicto en la zona republicana y, precisamente, en algu-na de las unidades que desde el comienzo de la guerra pudiera desplazarse desde su lugar de guarnición hasta Teruel, así que entre las unidades detalladas habrá que descartar las de guarnición en Oviedo, San Sebastián y Vi-toria y, obviamente, los Regimientos de Costa de Cartagena y Mahón, así que, nos queda solamente las unidades de la zona centro-le-vante: El Regimiento de Artillería Pesada de Gerona, los 6 Regimientos de Artillería Ligera (1º de Getafe, 2º de Vicálvaro, 5º de Valencia, 6º de Murcia, 7º de Barcelona y 8º Mataró), el Regimiento de Artillería de Montaña de Bar-celona y el Regimiento de Artillería a Caballo de Carabanchel (Figura 5). Y por, supuesto, el nombre del oficial al mando de la batería debe ser Atilano. Componían el arma de artillería 7.064 hombres14 al comienzo de la guerra, encon-trar entre todos ellos al capitán Atilano es un objetivo difícil de alcanzar y atorado en esta disyuntiva, y siendo poco corriente este nom-bre, consulté las bases de datos que tiene la Academia de Artillería sobre sus egresados y, con el nombre de Atilano, tenemos: • Atilano Fernández egresado en 1778. • Atilano Fernández Huerta en 1864. • Atilano Varona Maestro en noviembre de 1899. • Atilano Fernández Pérez en julio de 1905. • Atilano Sierra Suárez en enero de 1923. En el año 1936 el único que aún podría es-tar en activo, siendo capitán, es Atilano Sierra Suárez (Figura 6) y, por lo tanto, ser el sujeto de la leyenda; en el Archivo General Militar de Segovia se custodia su hoja de servicios que, junto con otros documentos, podemos com-poner una breve historia para saber si real-mente era nuestro “capitán Atilano”. Nació en Castelanes de Covelo (Ponteve-dra) el 9 de agosto de 1892, hijo de Domin-go Sierra González, profesor de escuela, y de Rosa Suarez Rodríguez, casado con doña Cecilia García Femenia en Valencia en el año 1926, tuvo dos hijas Celia y Beatriz. Ingresó en el Ejército como soldado en el Regimiento de Infantería Murcia nº 37 de guarnición en Pontevedra en el año 1913, durante 1915 intentó el ingreso en la Academia de Infan- (14) Alpert, Michael: op.cit., pág. 54. Figura 5. Unidades artilleras de campaña en manos republi-canas, en el centro-levante, al inicio de la Guerra Civil. Mapa del autor Atilano: soy leyenda tería15 y Artillería16, sin lograrlo, para defini-tivamente ingresar en la Academia de Arti-llería en el mes de mayo 191617. No tiene un expediente académico excesi-vamente brillante ya que ingresó, como he-mos dicho, en el curso de 1916 con una nota de 255 puntos obtenida en la convocatoria18 de 1915 y fue promovido a teniente en enero de 1923. Por comparar, su primeraco Manuel Goi-coechea Fernández ingresó en la convoca-toria de 1918 con una puntuación de 265,8 siendo promovido a teniente en diciembre de 1922 empleando en hacer su carrera 4 años y un cuatrimestre que era el tiempo que duraban los planes de estudio de esa época (en diciembre de 1937 formó parte del Consejo Nacional de Industrias de la Guerra acabando como ingeniero industrial exiliado en México)19. El Cadete Atilano Sierra invir-tió 2 años y 1 mes más que el primero de su promoción. (15) Diario ABC de 5 de julio de 1914, 1º edición, p. 15 y diario ABC de 10 de julio de 1915, 1º edición, pág. 19. (16) Diario ABC de 29 de julio de 1915, 1º edición, pág. 15. (17) Según la RO de 27 de abril de 1916 (DO nº 97): “Se concede el ingreso en las Academias militares a los aspirantes que en la con-vocatoria de 1915 aprobaron la totalidad de los ejercicios en la misma Academia y figuran en la relación que al final se inserta”. Relación en la que figura Atilano Sierra Suárez. (18) El examen de ingreso constaba de 5 ejercicios: gimnasia y gra-mática castellana, francés y dibujo, geografía, historia de España e historia universal, aritmética y álgebra oral y escrito y, el último ejercicio, constaba de geometría y trigonometría oral y escrito. Una vez aprobado un ejercicio te guardaban la nota para convo-catorias sucesivas. (19) Lusa Monforte, Guillermo: “Los tres directores de la escuela du-rante la guerra (1936-1939)” en Documentos de la escuela de ingenieros industriales de Barcelona, núm. 23, pág. 41.
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