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ALFREDO SURROCA mente, el rey Alfonso x mandó traducir a Yehuda Mosca y Guillelmus Anglicus. En 1260, este último lo tradujo al castellano. Alfonso x el Sabio editó en 1262 las Tablas alfonsíes, que mejoraban las Tablas toledanas de Azarquiel, y mandó incluir en ellas la traducción del Tratado de la azafea. Para mejor comprender la obra de Azarquiel, la Saphea Arzachelis o astrolabio universal, es necesario un conocimiento básico del astrolabio clásico del siglo x. Astrolabio clásico Su existencia se acredita desde hace más de 2.000 años en Mesopotamia. Durante siglos se fue desarrollando por intermedio de numerosos astrónomos, en diversos países, hasta adquirir una notable complejidad. Formó parte de los estudios de Hiparco de Nicea y de Ptolomeo en Alejandría, y luego fue perfeccionado con detalle por los árabes en Bagdad a finales del siglo vIII, tras la incorporación de Persia al imperio árabe. A partir del siglo Ix, se fabricó intensivamente en al-Andalus y fue objeto de profundas modificaciones. Pero ¿qué es y para qué sirve un astrolabio? Contestando a la primera pregunta, podríamos definirlo como un instrumento astronómico portátil que se utiliza para resolver problemas relativos al tiempo, fecha y hora, y a Fig. 4. Astrolabio de al-Sahfi. Toledo, 1064. Museo Arqueológico Nacional, Madrid la posición absoluta y relativa que ocupan del Sol y otras estrellas en el firmamento. Etimológicamente quiere decir «buscador de estrellas» en griego, y el más antiguo actualmente existente data (10) del 927 d.C. El astrolabio es un mapa del firmamento diseñado en dos dimensiones, como sucede con todos los mapas, y grabado sobre metal, normalmente latón. Algunos autores definen el astrolabio como un instrumento que sirve para mostrar el cielo tal como se ve desde cierto lugar y a una hora determinada. Esta afirmación, aunque cierta, es incompleta, pues en el astrolabio se incluye algo muy importante que no se ve en el firmamento: las coordenadas celestes. Concretamente, las coordenadas horizontales, altura y azimut, que son, como ya se ha indicado, las que un observador puede medir directamente contem- (10)  El astrolabio más antiguo que se conserva fue construido por el astrónomo persa Nastulus hacia el año 927. Se encuentra en el Museo Nacional de Kuwait. 14 REVISTA DE HISTORIA NAVAL Núm. 144


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