Page 87

ArmasCuerpos_140

Parte trasera de una ambulancia del ejército español en Filipinas. 1896. Museo del Ejército, Madrid. Pero a las buenas intenciones se añadieron otras disposiciones de orden público, empezando por una reforma en profundidad del Código Penal que tipifi caba cualquier muestra de separatismo como delito de traición, sancionado con penas de cárcel en la Península Ibérica o en los dominios españoles en Africa. Quien, sin trabajar directamente a favor de la independencia, hiciese apología de ella mediante la palabra, por escrito, en grabados o a través de cualquier otro medio, sería castigado igualmente con prisión. La reforma del Código Penal redundó en un incremento sustancial del número de asociaciones tachadas de ilícitas. Se entendía por tales a aquellas que guardasen en secreto sus deliberaciones o cuyos individuos se impusiesen –con juramento o sin él- la obligación de ocultar a las autoridades la razón de sus reuniones y el detalle de su organización interior. Pensando en el Katipunan, quedaba ilegalizada cualquier reunión o asociación que se valiese de jeroglífi cos, incisiones en el cuerpo o signos misteriosos y, desde luego, aquellas en las que sus asociados concurriesen armados o tuviesen armas a su disposición. Con idea de asentar el difícil control del territorio fi lipino, se emprendió una reorganización de la policía sobre la base de refundir “la guardia veterana y la civil”, al tiempo que se creó un cuerpo de guardería rural y una inspección general de policía que extendiese su acción a todo el archipiélago y contase con agentes en los países cercanos. Así, los representantes diplomáticos o consulares de España en China, Japón, Hong-Kong, Singapur y otros territorios vecinos al archipiélago fi lipino tendrían policía permanente que dependería de la inspección general de Manila. Por lo demás, resultaba primordial garantizar la vigilancia de campos y montes con una guardería rural que custodiase la propiedad rústica y constituyese un buen plantel de guías conocedores del terruño. Eso sí, cualquier bando de policía urbana o rural no sería ejecutivo hasta obtener el refrendo del gobernador de la provincia. Pero para entonces muchos fi lipinos que habían emigrado por razones políticas a Hong Kong, Singapur o Macao habían propagado sus ideas nacionalistas y estaban tejidas las redes del fi libusterismo organizado. Además, fuera del alcance español estaba Estados Unidos, la potencia que carecía de puertos propios importantes en la zona, pero que operaba en todos. Tras la derrota española en la batalla naval de Cavite el 1 de mayo de 1898, donde los norteamericanos solo tuvieron una baja, y fue la de un hombre fulminado por insolación, los Estados Unidos consolidaron su hegemonía en Abril - 2019 Armas y Cuerpos Nº 140 87


ArmasCuerpos_140
To see the actual publication please follow the link above