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Pingüinera de Punta Descubierta. Pingüino barbijo A pesar de la hostilidad aparente del medio, Decepción es un lugar lleno de vida. En la isla existen numerosas pingüineras, algunas con más de 40.000 parejas. Buscan siempre lugares algo elevados, no muy lejanos de la costa, pues en el mar es donde encuentran su alimento. Se trata de animales torpes e incluso ridículos en tierra, que trepan por las laderas con esfuerzo, a menudo con caídas y golpes contra las rocas que les dejan rebozados en tierra. Sin embargo en el mar tienen una enorme habilidad y fuerza, capaces de entrar y salir sorteando las fuertes olas batientes contra las rocas quedando indemnes de golpes que parecen mortales. En Decepción habitan pingüinos Papúa, Macaroni y Barbijo, el más abundante de todos. Llegan a bucear, según las especies, entre 70 y 250 metros de profundidad para conseguir alimento que sea capaz de satisfacer su enorme gasto energético y poder llevar a las crías si las tienen. Las pingüineras son lugares en los que se observa la actividad de estos animales muy sociables, que se protegen en la masa de sus depredadores en tierra, fundamentalmente los skúas, un pájaro de grandes dimensiones que suele anidar y criar en lugares próximos para aprovechar las oportunidades de alimentarse de individuos, especialmente crías, que queden desprotegidas o aisladas. Otros de los animales presentes en las costas de Decepción son los pinnípedos, como lobos marinos (Artocephalus gazella) y focas. Son mamíferos con membranas interdigitales que les permiten nadar con enorme habilidad y efi ciencia. Algunas especies como la foca Weddell (Leptonychotes weddelli) llegan a bucear hasta los 700 metros de profundidad, animal de enorme tamaño (mide casi tres metros y medio y llega a pesar media tonelada) y otras alcanzan la considerable profundidad de 400 metros. Algunas especies viven en roquedales próximos a la costa y otras prefi eren las playas de arenas negras que se extienden por algunos tramos. Los lobos marinos quedaron al borde de la extinción debido a que eran cazados por su piel, pero la población se está recuperando a buen ritmo y es frecuente observarlos en las playas de Decepción en solitario o en grupo, a menudo compartiendo espacio con los pingüinos. Los machos pueden llegar a pesar 200 kilos y las hembras son más pequeñas y ligeras. Toda esta explosión de vida se sustenta en la riqueza biológica del océano antártico, especialmente la abundancia de krill. Se trata de unos pequeños artrópodos de la clase de los crustáceos, el más abundante es una quisquilla (Euphasia superba) de unos pocos centímetros de longitud que vive en estos mares en cantidades inmensas (algunos estudios calculan la biomasa en varios miles de millones de Tm y otros lo rebajan a menos de 1000 millones). Se alimenta de fi toplancton y es rico en grasa, proteínas y vitaminas. Es el principal alimento de pingüinos, diversas especies de focas y de las ballenas que pueblan las aguas antárticas. Es fácil observar en las costas de la isla numerosos de estos crustáceos dejados allí por las olas y las mareas demostrando su abundancia. Abril - 2019 Armas y Cuerpos Nº 140 91


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