Page 70

RAA_883_

dossier hecho de que los estudios de la mayoría de las catástrofes aéreas concluyen que estas podían haberse evitado mediante sencillas intervenciones, entonces parece adecuado y urgente invertir en reforzar nuestras barreras de protección: tecnología, entrenamiento y procedimientos. Ahora bien, ¿lo hacemos?, ¿en qué basamos nuestras decisiones estratégicas a la hora de invertir en seguridad? No podemos invertir a lo loco, sino que tenemos que buscar el mayor rendimiento. El sector aeronáutico se recupera de una profunda crisis en la que los recortes han sido una tónica general, especialmente en aquellas áreas de negocio con un impacto mínimo o nulo en el balance final de los operadores, como por ejemplo la seguridad. Conocer las ventajas de invertir en este campo es vital aun sabiendo que la seguridad total no existe. Ser seguros no nos garantiza estar libres de accidentes, pero no serlo nos conduce inexorablemente a ellos. La seguridad total no existe y por consiguiente, saber dónde, cuándo, cuánto y cómo invertir es fundamental. Saber cuándo se recuperará la inversión lo es todavía más. Necesitamos ir más allá de la identificación temprana de los peligros y la gestión y mitigación de los de riesgos asociados a los mismos. Tenemos la obligación de justificar esta inversión y de demostrar su rentabilidad, pero ¿podemos? Tradicionalmente, incluso antes de la existencia de los SMS, muchos invertían numerosos recursos en la identificación de sus debilidades organizacionales, también conocidas como fallos latentes (REASON, 1990). Hoy, gracias a estos SMS, la seguridad ha dejado de ser reactiva e incluso proactiva para convertirse en predictiva. Somos capaces de identificar nuestras debilidades y por tanto de anticiparnos, teóricamente, a nuestro próximo accidente, lo que nos obliga a invertir en seguridad mediante el reporte, monitorización y análisis de nuestros costes de forma eficiente y evolucionando hacia modelos de negocio basados en el retorno de la inversión5 (ROI) (Johnson & Avers, 2012). Un modelo en el que seguridad y producción van de la mano. La recopilación de información es clave y su explotación debe aspirar a mucho más que identificar, gestionar o mitigar los riesgos. Debe der motivo suficiente para favorecer un cambio orientado a adoptar estas prácticas ROI (Huang, Leamon, Courtney, Dearmond, Chen, & Blair, 2009). Una vez que hayamos recopilado la información necesaria, la hayamos integrado en nuestros SMS y explotado adecuadamente entenderemos mejor el verdadero alcance y valor de nuestros errores, fallos, incidentes, y accidentes. Seremos entonces capaces de justificar los costes reales asociados a las operaciones y por lo tanto capa- Esta indefinición o incomprensión del alcance de los factores humanos es el principal motivo que subyace tras la dificultad para mejorar los niveles de seguridad de un sector de por sí ultraseguro. No podemos mejorar la seguridad si no comprendemos la verdadera implicación del factor humano en el seno de nuestras organizaciones. Requiere un giro operacional, contar con especialistas capaces de descubrir y entender esa segunda historia normalmente oculta a los ojos de la mayoría y sistemas de gestión de seguridad específicos y no generalistas; sistemas capaces de garantizar su propia efectividad, lo que a día de hoy es el Eurofighters del Ala 14 en formación. Imagen: web del Ejército del Aire 388 REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Mayo 2019


RAA_883_
To see the actual publication please follow the link above