Respecto al debate suscitado por la exigencia norteamericana de que los aliados lleguen a dedicar el 2 por 100 de su PIB a defensa, Elena Gómez explicó que «una cifra no debe ser nunca en ningún caso la referencia. La OTAN se basa, y ese es uno de sus grandes valores, en la cohesión y la solidaridad. Debemos tener cada uno las Fuerzas Armadas adecuadas y tenemos que garantizar que tienen las capacidades necesarias para poder ser utilizadas donde y cuando sean necesarias. Hablamos de lo conocido en inglés como las tres ces (cash, capabilities and commitments): hay que tener dinero para tener mejores capacidades y estar dispuestos a desplegarlas cuando y donde sea necesario. Sin interconexión entre estos tres elementos las cifras son inútiles». Y reiteró que aunque España esté por debajo de esa cifra, «somos un aliado absolutamente ejemplar en la puesta a disposición de la OTAN de todo lo que tenemos». Otro interesante debate que también se desgranó en Toledo fue el titulado La UE y la OTAN; condenados a entenderse. El jefe del Estado Mayor del Eurocuerpo, aseguró que más que una condena es un «premio» porque las «estrategias y las amenazas de ambas organizaciones son muy similares, necesitan entenderse con una cooperación efectiva y óptima que reduzca la factura de defensa de todos». En este sentido, destacó que el Eurocuerpo «ha sido un claro ejemplo de que una unidad netamente europea puede ejercer el mando tanto de unidades multinacionales pertenecientes a la OTAN como a la UE» y que esta simultaneidad «es beneficiosa, reduce costes, pero necesita una importante voluntad política para fomentarla, mejorarla y optimizarla». Ahondando en esta idea, Javier Solana sugirió que una de las maneras de vencer el actual vértigo en la Alianza Atlántica «es reconocer que en ella no están solo los países atlánticos, sino también los europeos. Y cuando a veces se dice que la UE puede debilitar a la OTAN es un sin sentido. Lo que sí es cierto es la gran duplicidad que tenemos en casa los europeos; todo lo que hagamos por conseguir que la seguridad europea esté más integrada, mejor para todos. Europa tiene que estar unida y ser fuerte en defensa. Los que tienen dudas es porque juegan con la ideología, no con la realidad». R. R. de la internacionalización; y ya estamos dando los primeros pasos». También recordó el transcendente papel que ha tenido —y seguirá teniendo— la OTAN en el concepto mismo de multilateralismo. «La Alianza Atlántica —dijo— es la mejor prueba de los resultados que se pueden obtener con un compromiso colectivo: facilita un esfuerzo común provechoso y asimila un liderazgo de una potencia como EEUU, pero lo hace teniendo siempre en cuenta las opiniones de los otros Estados». Reafirmando esta idea, el SEGENPOL explicó que la OTAN «atesora un término magnífico: el consenso. Y con ello, no solo consigue la interoperabilidad entre sus miembros, sino que esta política —que quiere decir respeto hacia todos— se ha exportado a otras muchas organizaciones internacionales. La Alianza Atlántica respira multilateralismo». En referencia al caso español, Elena Gómez Castro indicó que «España siempre ha sido un socio comprometido, convencido de que la seguridad de cualquiera de nuestros aliados es también la nuestra. Además, la OTAN es un puente para mantener contactos y compartir inquietudes con otros países asociados con los que también tenemos intereses comunes. Se crea confianza con terceros países, necesaria en un mundo en el que los riesgos y las amenazas nos llegan a todos». Ricardo Pérez/MDE Tras un repaso a la evolución de la OTAN en estos 70 años de vida y cómo ha sabido adaptarse a los distintos retos y amenazas que han surgido, la DIGENPOL incidió en el papel que está jugando actualmente en la lucha contra el terrorismo y la estabilización. «Solo una intervención militar puede crear entornos estables para la población y la distribución de ayuda humanitaria y, además, ser capaz de establecer un espacio para formar a las fuerzas locales para que sean ellas las que progresivamente vayan asumiendo la responsabilidad ». Y recordó que el papel de la OTAN y sus límites están muy claros: «Se aborda siempre desde la legalidad, teniendo en cuenta el valor añadido y complementando los esfuerzos de la comunidad internacional. No se trata de sustituir, sino de ocupar un espacio que solo las FAS pueden en situaciones límites como las del terrorismo en sus actuales manifestaciones». La apuesta de la UE en defensa fortalece a la OTAN, dijeron los expertos Julio/Agosto 2019 Revista Española de Defensa 51
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