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Cuña para alza de pieza de artillería, madera con clavazón de tachuelas de cobre, tapa de un tonel, restos de calzado y otros vestigios hallados en la expedición de los años 90 en busca del San Telmo y que pudieron pertenecer al navío. Nueva señalización de las salas LAS colecciones y el discurso expositivo del Museo Naval de San Fernando (Cádiz) siguen haciéndose a su actual sede, que estrenaron en el año 2016 procedentes del edificio de la Escuela de Suboficiales de la Armada, también ubicada en el municipio isleño. Así, en el último año, la institución ha acometido varios trabajos de actualización. Algunos son fácilmente detectables. Por ejemplo, basta acercarse a ver el nombre de una pieza para observar que, ahora, sus datos básicos están en español y en inglés. Menos a la vista queda otro trabajo realizado en este proceso, ya que se ha aprovechado ese cambio para contrastar la documentación de los fondos y afinar al máximo su información, explicó la directora técnica del museo de la isla del León, Alicia Vallina. UNA VISITA MÁS FÁCIL La señalización de las salas es otra de esas novedades. Con ella, la institución naval ha buscado clarificar su discurso principal: el cronológico. Destaca la numeración de sus salas, como recoge la fotografía de la derecha, en la que —en primer plano— se puede contemplar el modelo del navío San Juan de Nepomuceno, liderado por el brigadier y marino ilustrado Cosme Damián Churruca en la batalla de Trafalgar (1805), librada frente a las aguas del faro gaditano. Además, se han sumado frases célebres y significativas de la historia de la Armada española que acompañan a las piezas. Por ejemplo, en el marco de las empresas de Colón y el tándem Magallanes-Elcano, se puede leer que «Europa aprendió a navegar en libros españoles». También están las palabras atribuidas a Mendéz Nuñez (siglo XIX) que aseguraban aquello de que «más vale honra sin barcos, que barcos sin honra». Tienen nueva presentación asimismo algunas áreas temáticas, como la arqueología submarina, y los modelos de barcos dejan el resguardo de las paredes, dan un paso al frente y permiten que los visitantes tengan una visión de 360 grados y puedan andar a su alrededor. La singular colección de José Belmonte —modelos de madera tallados a mano— ha tomado también protagonismo en la primera planta de este Museo Naval de San Fernando, que crece y avanza cada día, por lo que una nueva visita siempre es posible. 60 Revista Española de Defensa Julio/Agosto 2019


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