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25.171.—Experiencias submarinas Entre las experiencias submarinas que han dejado constancia en la historia, después de la llevada a cabo en el río Tajo en Toledo en 1538 ante la presencia del emperador Carlos, destacar la que tiene lugar en el Mediterráneo en 1678 y que utiliza la llamada «Campana catalana» que puede ser considerada como un antecedente de la «Batisfera» de Beebe y de la «Vivienda submarina» del comandante Cousteau, ambas experimentadas muchos años después. Sin embargo no será hasta dos siglos más tarde, en 1803, cuando un escribano cordobés llamado Rafael Covó, solicite construir a su costa un buque de su invención que «transite cubierto de agua con diferentes personas, de forma que registren y puedan ver una embarcación a la distancia de media legua, acercarse a ella y disparar en el centro un cañón que haga mucho estrago a el objeto que se dirige », pero no satisfechas las autoridades con sus razonamientos, propulsión a remos y un periscopio al que llamaba «muro», no le hicieron caso alguno. J. A. G. V. 25.172.—Submarinos En 1896 la prestigiosa Revista de Navegación y Comercio, que en 1900 sería absorbida por el Mundo Naval, publica una noticia tomada de un diario canadiense, Montreal Star, de su corresponsal en Nueva York dando cuenta que el distinguido químico norteamericano Mr. J. Gresman, perteneciente a una familia de inventores pues su padre fue el constructor del primer dique seco y él dedicado hace más de treinta años a la invención, animado por los éxitos que su empresa ha obtenido en la navegación y especialmente con su torpedero submarino cuya patente ha adquirido el Gobierno ruso, emprenderá en breve la construcción de un submarino de 33 metros de longitud capaz de transportar 100 pasajeros, ya que tiene resueltos los problemas de respiración a bordo, los de gobierno, estabilidad e insumergibilidad, guardando absoluto secreto acerca de su funcionamiento hasta que el gobierno norteamericano le conceda la patente solicitada. No se ha quedado corto el notable físico de las márgenes del Hudson en defender su ingenio ya que también ha solicitado privilegio de invención a los gobiernos de España, Inglaterra, Portugal, Francia, Alemania y Rusia. J. A. G. V. 25.173.—Pionero y diplomático José Ramón Sobredo y Rioboo (1909-1990), de la 14.ª promoción de Intendencia de la Armada, ingresó en la Escuela Naval de San Fernando en 1930, egresando como teniente en 1932. Licenciado en Derecho, durante la Guerra Civil estuvo embarcado en el crucero Almirante Cervera. En 1943 ingresó en la carrera diplomática y en 1948 fue uno de los cuatro miembros fundadores de la Junta de Investigaciones Atómicas, embrión de la Junta de Energía Nuclear, organismo fundado en 1951 y conocido desde 1986 como CIEMAT (Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas). Los primeros pasos de la energía nuclear en España se dieron en la reunión mantenida en el LTIEMA (Laboratorio y Taller de Investigación del Estado Mayor de la Armada), que presidió José María Otero de Navascués (posteriormente contralmirante ingeniero de la Armada, principal impulsor de la energía nuclear española, descubridor de la miopía nocturna y padre de la metrología española del siglo XX). También participaron Manuel Lora Tamayo (catedrático de Química orgánica de la Universidad de Madrid), Armando Durán Miranda (catedrático de Física de la Universidad de Madrid) y el propio Sobredo Rioboo, quien actuaba como secretario. Además estuvo destinado en la embajada española de Portugal, fue cónsul en Southampton (Reino Unido) y Filadelfia (Estados Unidos) y embajador en Jordania (1964), MISCELÁNEA 142 Julio


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