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TEMAS PROFESIONALES puerto de Adís Abeba y la que en su día se realizó en el puerto de Doraleh, ubicado a apenas unos minutos de la nueva Base Naval china. De hecho, el ferrocarril Adís Abeba-Yibuti tiene su terminal… en el mismo puerto de Doraleh. Las piezas del puzle encajan bien. Así pues, aunque Yibuti no fuese la atalaya de Bab el-Mandeb, China seguiría estando interesada en el pequeño país de los Afars y de los Issas, porque puede aducirse que lo importante para ella no es Yibuti, sino Etiopía. O, más aún, pero en la misma línea argumental, lo importante para China es integrar las economías de Sudán y Etiopía a fin de posicionarse como el actor más relevante de la región en las próximas décadas. La variable clave para desencadenar esta estrategia fue la independencia de Eritrea en 1993 que dejó a Etiopía sin salida al mar. Pero la ruptura de Sudán en 2011 precipitó los hechos, debido a que es la franja meridional de la que se extrae nada menos que el 85 por 100 del crudo sudanés (que China importa) y que, por el momento, debe ser trasladado a la tierra de los nubios a través de oleoductos hasta Puerto Sudán. Esa opción sería viable a largo plazo si también lo fuese la estabilidad en la zona. Pero, como no es el caso, el crudo de Sudán del Sur también podría salir al mar vía Etiopía y… Yibuti. Asimismo, en sentido inverso, el puerto de Yibuti puede ser el que, mediante el citado ferrocarril, permita que las manufacturas chinas lleguen a la creciente masa de consumidores de África Oriental, comenzando por los propios etíopes, pero pudiendo penetrar en dirección a Uganda, el Congo, etc. Esto ha sido asumido por el Gobierno de Yibuti como su gran reto para el siglo XXI, aspirando a convertirse en una especie de Singapur del África Oriental, gracias al «corredor etíope» (Downs, Becker y de Gategno, 2017: 8). De manera que la complicidad china es absolutamente fundamental, mientras que el peso de las decisiones que se tomen al respecto en Washington o Bruselas es menor e incluso irrelevante. No olvidemos que las empresas de telefonía móvil chinas ya producen sus celulares en suelo etíope (por ejemplo, Transsion). Lo mismo sucede con el sector textil, especialmente del calzado (como Huajian Shoes, que fabrica para Guess), que da trabajo a miles de empleados nativos y que ya está invirtiendo en las fábricas de automóviles ubicadas en las afueras de la capital etíope, con la mirada puesta en convertirlas en las más importantes del continente africano, así como en el sector farmacéutico. El plan es tan ambicioso que no queda nada al albur: ¡los chinos hasta construyen una carretera, perfectamente asfaltada, que conecta la ciudad turística de Lalibela con la capital etíope… y con Yibuti! En definitiva, China es la que domina la economía de la zona, pero su plan solo es efectivo en la medida que Yibuti ofrezca a Sudán del Sur y a Etiopía la salida al mar que la independencia de Eritrea y la división de Sudán les quitó. Existe un acuerdo entre todos ellos, mientras que el rol de Yibuti puede llegar a ser el de una base que permita la proyección de fuerzas chinas tierra adentro, 70 Julio


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