MEMORIAL DE INGENIEROS N.º 102 92Información general y varios Una vez finalizada la Guerra, se realiza una nueva reforma estructural, y cuando parecía que el general Dámaso Berenguer había logrado establecer la paz en el sector occidental del Protectorado, se recrudecen las hostilidades en Marruecos. Es entonces cuando aparecen los Camiones Protegidos del CEYC para el transporte del personal y enlace entre las posiciones del Protectorado. A estos Camiones protegidos se les añadía una cifra correlativa para identificarlos. Camión protegido Tras el desastre de Annual, se buscaron soluciones nacionales para dotar al Ejército de medios blindados con las limitaciones presupuestarias de la época. El incremento de las operaciones en Melilla hizo que el Centro echara mano de cuantos vehículos podía. Entre 1921 y 1927 el Centro construyó 31 camiones Protegidos sobre chasis de camiones Federal americanos, Benz alemanes y Latil franceses. Estos últimos se blindaron en dos series. La primera constaba de una pequeña torreta de observación que en la segunda serie fue sustituida por una torreta con ametralladora. De estos CP, su número 29 se construyó íntegramente en Melilla. El primero en llegar a Melilla, lo hizo el 17 de agosto de 1921, al mando del mítico sargento Rancaño, 1 mes después del desastre de Annual, y que entró en servicio de protección de un convoy a Casabona, nada más llegar. Esta acción y otras posteriores le valieron para la concesión de la Medalla al Mérito Militar en 1923. Estos camiones, que empezaron a llegar a la Zona en agosto de 1921, poco después de los tristes sucesos de julio, prestaron grandes servicios a las tropas españolas. El CEYC disponía de tropas expedicionarias desplegadas en el protectorado de África, constituidas en dos Unidades, una en Ceuta y otra en Melilla más un destacamento en Larache. Amén de los diversos actos heroicos del personal Radiotelegrafista caído en combate, están los múltiples casos de heroísmo del personal del Servicio de Automovilismo y de los Camiones Protegidos, en particular de los números 3, 5 y 6 al mando de los sargentos Rancaño, Juanola y García Marco, trasladando tropas y manteniendo los enlaces entre distintas posiciones. En particular el sargento García Marco, jefe del blindado nº 6, destacó por la tenaz defensa de su vehículo durante 48 horas, mientras protegía la retirada de la columna del general Castro Girona, hasta que una vez agotada la munición y
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