56 Armas y Cuerpos Nº 130 relaciones institucionales. Primeramente me gustaría apuntar que ese contacto directo y personal con las numerosas instituciones (Ayuntamientos, Juzgados Territoriales, Policía Local, centros estratégicos, empresas agrícolas, asociaciones de comerciantes, asociaciones de amas de casa, entre otras), proporcionan ese vago pero signifi cativo concepto de “seguridad subjetiva”. Es decir, con ese acercamiento, bien a través de reuniones periódicas con estos sectores, bien sea por medio de una llamada telefónica, se transmite y ofrece una sensación de seguridad al interlocutor y en defi nitiva a la sociedad, que proporciona una tranquilidad y confi anza en la labor desempeñada por la Guardia Civil. En segundo lugar, si esas relaciones interpersonales son cordiales y perduran en el tiempo, no solo se crean vínculos de amistad duraderos sino que también puede suponer una fuente de información muy valiosa para ejercer adecuadamente nuestras funciones como agentes de la autoridad. Otra de las misiones que todo Ofi cial debe realizar en su trabajo diario es el impulso y supervisión de los cometidos asignados. Quizás esta tarea sea de las más relevantes, por dos razones fundamentales. Por un lado, porque es necesario comprobar y verifi car en el terreno que se cumple de forma correcta con lo establecido por el mando. Y por otra parte, el estímulo e incentivo para nuestros subordinados radica en participar de forma conjunta con nuestros agentes en dispositivos localidad situada en el interior de la provincia de Valencia, caracterizada por sus numerosas extensiones de viñedo, así como, por sus excelentes vinos. Este primer destino en la especialidad de seguridad ciudadana, como Teniente Adjunto a la Compañía de Requena (Valencia), al margen de ser inolvidable para el resto de mi futuro profesional, supuso el primer contacto directo con la citada especialidad, bajo mi punto de vista, una de las más completas, diversas y gratifi cantes dentro del amplio espectro de posibilidades que ofrece el Benemérito Instituto. Sin embargo, en estas tierras situadas en el altiplano Utiel-Requena tuve la gran oportunidad de dirigir por primera vez a unos magnífi cos guardias civiles. Es precisamente la tarea de mandar, una de las misiones más complejas de un Ofi cial. En primer lugar, me gustaría destacar una célebre frase del fi lósofo Aristóteles “para saber mandar bien, es preciso saber obedecer”. En este sentido, destacar la importancia de ser una persona disciplinada, seria y humilde, pero al mismo tiempo fi rme y contundente en tus convicciones. No obstante, es preciso tener en cuenta que contentar y satisfacer las necesidades de todos los subordinados es imposible cuando uno toma una decisión. Por tanto, a la hora de ejercer el mando se debe procurar ser lo más justo posible con sus agentes. Ahora bien, el ser “justo” no implica tratar a todos por igual (en mi opinión suele ser un error bastante común), sino tratar a cada uno con arreglo a su disposición, actitud, implicación e iniciativa en el servicio. A continuación, trataré de enunciar y exponer algunos de los cometidos y misiones que llevé a cabo en esta Compañía de Requena, con mejor o peor acierto, pero que resumen en líneas generales la gestión y labor de un Ofi cial de la Guardia Civil. Una de las funciones más relevantes e importantes como representante de este Cuerpo Policial en la región Utiel-Requena, han sido las
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