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Escuelas Prácticas en Chiprana. Misa de campaña. 1918 una amplia memoria crítica de alto valor técnico, acompañada de un anexo de láminas minuciosamente dibujadas y sembrada de fi nas observaciones sobre el carácter de los militares de los países visitados5. El fruto más notable de la comisión fue la propuesta de sustituir el tren de puentes reglamentario en el Ejército español, el sistema Biragó, por el Danés debido a su mayor resistencia, ligereza y facilidad de transporte y montaje. Aceptada la propuesta, el propio Mayandía es enviado a Dinamarca y Alemania -posteriormente se uniría el coronel Domingo Lizaso- para supervisar la fabricación y entrega del material del nuevo sistema que llegaría al Regimiento de Pontoneros. Probado y aceptado este material, sería declarado reglamentario para todo el Ejército en 1895, resultando su manual de empleo una obra de referencia también en el ámbito de la ingeniería civil6. Nuevas publicaciones sobre puentes y fortifi caciones son el resultado de otras comisiones de estudio en Francia e Italia, incluida la desempeñada en el Congreso Internacional para el ensayo de materiales de construcción, celebrado en Estocolmo en 1897. Ya como coronel es autor de un interesante estudio a partir de las experiencias adquiridas en la comisión que, junto al general Burguete, le llevó a presenciar el paso del Danubio por tropas alemanas y austrohúngaras en el frente rumano durante la Gran Guerra en 1917. Sin duda, la experiencia adquirida en sus contactos con ejércitos extranjeros sugirió a D. Antonio proponer una nueva orgánica de las unidades de Ingenieros7 merecedora de mejor atención de la que recibió y, también, a impulsar el adiestramiento y la formación. A él se debe el “Reglamento para la instrucción de las tropas de Pontoneros” que, desde 1892, inspiró sucesivas actualizaciones y en el que dejó orientaciones pedagógicas inusuales en ese tipo de ordenanzas. Y, aunque nunca fue docente en la Academia de Ingenieros, durante años buena parte de los ingresados en esa y en otras academias militares pasó por los centros preparatorios en los que Mayandía ganó prestigio como profesor empeñado en elevar el nivel formativo de los aspirantes durante más de veinte años en Zaragoza y Madrid, donde coincidió en esa tarea con el posteriormente general, ministro y modernizador de la enseñanza militar José Villalba Riquelme. También tuvo ocasión Mayandía de ampliar su preocupación educadora a la erradicación del analfabetismo de buena parte de la tropa llegada a los cuarteles8 y apoyando a instituciones dedicadas a la educación de la infancia con menos recursos tanto en Zaragoza como en Madrid. En su faceta de ingeniero civil, D. Antonio fue encargado por unos empresarios zaragozanos de la doble tarea de instruirse en industrias cerveceras en Alemania y elaborar, en 1900, el proyecto de construcción y del equipo industrial de la fábrica “La Zaragozana”, que continúa activa, donde aplicó avanzados sistemas de armazón metálico y bóvedas tabicadas que le han otorgado un puesto de honor en el patrimonio arquitectónicoindustrial de la ciudad9. Buena muestra del prestigio técnico adquirido es el que el Ayuntamiento de Zaragoza le encomendara en 1903 la selección de un proyecto de alcantarillado, fi nalmente no ejecutado por falta de fi nanciación. Agosto - 2019 Armas y Cuerpos Nº 141 89


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