Page 50

Tierra_digital_49

HISTORIA LAS CRUCES ROJAS DE LOS ÚLTIMOS DE FILIPINAS 50 SOLDADOS CON DISTINTIVO ROJO Texto: Norberto Ruiz Lima Ilustraciones: Esteban LA SERIE “SOLDADOS CON DISTINTIVO ROJO” del periódico Tierra sigue sitiada en Baler. Yo te diré que salir de allí con honores fue muy difícil. Otros destacamentos en Filipinas con mayor número de hombres no lo consiguieron y capitularon en días. Pero Baler fue diferente. Es 1 de septiembre de hace algo más 120 años y los insurrectos tagalos aprietan el cerco con aproches* que comprenden trincheras, zapas, espaldones y galerías de paso; pero no lo hacen descubiertos, sino que buscan el amparo de la oscuridad. Los soldados españoles permanecen alerta y disparan en la noche hacia el ruido que viene de fuera, siempre oculto por el batir de olas del cercano mar, que en el silencio de la noche acude, ayudando a los sitiadores. El cerco se va cerrando con paciencia de zapador, que se cree dueño del tiempo, y, con ese tiempo, va ampliando sus trincheras hasta dejarlas a unos 50 pasos de la iglesia, formando una línea de contravalación* muy irregular, pero que se apoya en las casas más cercanas a la iglesia, algunas terraplenadas, y desde donde se dispara —apenas sin exponerse— contra los soldados españoles, que en esa situación son muy vulnerables al fuego enemigo, mientras los insurrectos, en número muy superior a los españoles, pueden disparar al abrigo de ese atrincheramiento aspillerado* que han levantado sobre cada vivienda. Es 1 de septiembre. La situación, ante tanto fuego enemigo, es desesperada, y el teniente Juan Alonso Zayas debe tomar una decisión también desesperada. Reúne a todos sus soldados y, con voz grave, les explica que el cerco está a punto de cerrarse, que ya casi han llegado al cuartel de la Guardia Civil, que está a solo 15 metros de


Tierra_digital_49
To see the actual publication please follow the link above