NACIONAL EL POKÉMON GO es el ejemplo más conocido de empleo de la Realidad Aumentada 36 (RA). Los personajes de la saga aparecen escondidos en ubicaciones del mundo real, lo que implica que para encontrarlos hay que recorrer las calles con el dispositivo que permite verlos. En esa combinación de imágenes generadas por ordenador, superpuestas sobre la visión del usuario de elementos del mundo real y objetos físicos, reside gran parte de su éxito. La experiencia es diferente a la que se vive en un juego de Realidad Virtual (RV), en el que el usuario se introduce en un mundo completamente creado por ordenador. El Ejército cuenta desde hace tiempo con medios de simulación que utilizan la RV para contribuir a la instrucción y adiestramiento de su personal en aspectos del combate como el tiro o la conducción de operaciones. Sin embargo, no tenía ninguno de RA, hasta ahora. En el Regimiento de Caballería “Farnesio” nº 12, su equipo de simulación ha desarrollado un simulador de combate en zonas urbanizadas que utiliza la RA. Bautizado como Urban, se ha instalado en las edificaciones de la antigua fábrica de armas dentro de la base “El Empecinado” de Santovenia de Pisuerga (Valladolid). Es portátil, lo que supone que puede desplegarse en otras ubicaciones. «Todo cabe en dos arcones y en media hora podemos tenerlo montado de nuevo», explica el jefe del equipo de Equipo de Apoyo y Simulación del Regimiento, brigada Arranz, uno de los padres de la “criatura”. Los otros dos son el sargento Lagos y el cabo 1º Castillo. El primero se ha encargado del diseño del equipo de control, el “cerebro” del sistema; el segundo, de los blancos inteligentes y del software. Entre los tres han conseguido llevar la RA al ámbito de la preparación del combatiente, un terreno poco explorado por las empresas del ámbito de la Defensa, a diferencia de otros como la educación, la medicina o el ocio, en donde existen ya numerosos ejemplos. El feedback que están recibiendo por parte de los usuarios es positivo: dicen que les resulta más realista, ameno y dinámico que otros simuladores. «El personal mantiene más la tensión porque no sabe lo que se va a encontrar», indica el teniente coronel Espiga, jefe del Grupo de Caballería Ligero Acorazado “Santiago” I/12, al valorar la aportación del Urban en la instrucción y adiestramiento de sus exploradores, principales destinatarios del sistema. La información virtual que aparece sobre la visualización del mundo real puede variarse de una práctica a otra, y donde antes aparecía un enemigo puede surgir un civil o un amigo, porque hay múltiples avatares disponibles. Y habrá más porque, lejos de sentirse satisfechos, los “creativos” de la unidad de simulación del “Farnesio” no paran de idear cosas nuevas. Además de diseñar nuevos ava
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