Fuerzas Armadas y drogas, una relación.... imposible Antonio Cebrian Villacañas Teniente coronel de Infantería El consumo de drogas y sus efectos son incompatibles con las misiones que tiene que desarrollar el militar, el cual debe mantenerse en todo momento con todas sus capacidades físicas y mentales en las mejores condiciones. Es por ello que por parte del Ministerio de Defensa, los Ejércitos y la Armada se han desarrollado planes para prevenir las adicciones a estas sustancias, y, en su caso, adoptar las medidas correspondientes al personal al que se le detecten episodios de consumo. En el Ejército de Tierra este plan es el PADET. Para empezar 03:00 h. del domingo 24 de febrero de 2019, alrededores de la puerta principal de acceso al destacamento español en Koulikoro (Mali), un grupo terrorista lanza un ataque con dos coches cargados de explosivos contra el destacamento. El soldado español que se encuentra de guardia, y se percata de la acción terrorista, alerta al resto de soldados malienses de guardia para que se protejan al tiempo que abre fuego contra el primer vehículo consiguiendo pararlo, otro militar español observa la presencia de un segundo vehículo y alerta a su compañero que ha neutralizado el primer vehículo, el cual se repliega, evitando así que le alcanzara la explosión provocada por el conductor de ese segundo vehículo a las puertas del destacamento. Poco después otros miembros del grupo terrorista lanzan un ataque de fusilería desde otro punto contra el destacamento español que es respondido con fuego de fusilería durante una hora, evitando así la entrada de estos asaltantes en el destacamento. Balance final, ningún militar español muerto o herido, los dos terroristas conductores de los vehículos bomba muertos, desconociéndose cuantos terroristas heridos o muertos hubo en el ataque con fusilería. ¿Alguien puede imaginarse que el resultado de tal acción hubiera sido el mismo si los militares españoles que participaron en la defensa del destacamento español no hubieran estado en pleno uso de sus facultades?, es decir, si en ese momento hubieran estado bajo los efectos del alcohol o las drogas. El éxito de la misión se debió fundamentalmente al grado de entrenamiento y profesionalidad de nuestros soldados, pero también a que se encontraban sin merma alguna, ya que esos factores pueden verse anulados completamente si el militar tiene limitadas o disminuidas sus capacidades por estar bajo los efectos del alcohol y las drogas, ya que lo que en este caso fue un éxito, en otro, podría haberse convertido en una tragedia. Diciembre - 2019 Armas y Cuerpos Nº 142 67
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