Locomotora dorada explotación ferroviaria (tracción y movimiento) y mantenimiento de la infraestructura ferroviaria, impartidas por elementos de formación de ADIF y RENFE Operadora. En la actualidad no se les forma con la pretensión de pasar a prestar sus servicios a Renfe, sino de satisfacer las necesidades de trasporte por ferrocarril del ejército, por lo que se forma a personal de ingenieros que realiza su instrucción y adiestramiento en este campo y a través de una formación específica de RENFE y ADIF obtiene las habilitaciones exigidas por el Ministerio de Fomento para operar las terminales ferroviarias. Transportes militares por ferrocarril Era precisamente en los transportes militares por ferrocarril, donde más estrecha era la cooperación entre las Empresas Ferroviarias y las Fuerzas Armadas. Con posterioridad estos transportes han sido regulados, sucesivamente, por muy diferentes normativas. Como parte integrante de la función logística, el Mando Logístico decidía que el empleo en condiciones normales de los transportes militares por FFCC fuese en las grandes distancias, a partir de 600 kilómetros. (Actualmente esta rentabilidad se mide de acuerdo a distintos factores como son la disponibilidad de plataformas de carretera, el peso total a transportar o la distancia. Para la realización de los transportes existía una relación funcional del Regimiento de Ferrocarriles (RFC) (actualmente el RPEI-12) con la Dirección de Transporte (DITRA) (actualmente MALE SUBGES) y siempre con un intercambio de información, propuestas, recomendaciones y realizaciones, que eran llevadas a cabo: •Durante la fase de Planeamiento, las peticiones de transporte de las unidades de la Fuerza, eran enviadas a través de la DITRA con destino a la Sección de Transportes y Seguimiento del RFC. Con estas peticiones el RFC establecía la composición de los trenes y el señalamiento de las estaciones de embarque y desembarque. Para lo que era necesario contar con el informe o asesoramiento por parte de la gerencia de RENFE. •En la Fase de Ejecución, una vez aprobado el transporte, el RFC enlazaba con sus destacamentos regionales implicados y efectuaba los trámites reflejados en las normativas técnicas. Para ello se organizaba un sistema de Control y Coordinación para el seguimiento de esta Ejecución, en las siguientes fases: Programación, Ejecución y Análisis. Estas incluían la inspección conjunta del material ferroviario y la carga, así como el establecimiento de medidas acordes, como: asignación de cometidos, procedimientos y medidas de seguridad, muelles testeros, capacidad de tracción, limitaciones, gálibo a admitir, disposiciones del tren y determinación del orden y hora de carga, en base a las propuestas y disponibilidades del personal ferroviario. A continuación se efectuaba la recepción de la Unidad (material y personal), se realizaba la carga de los diferentes vehículos a ruedas o cadenas, proporcionándoles el anclaje o estiba adecuada a cada uno de ellos atendiendo a la normativa OTAN existente, o bien con calzos o con amarres reutilizables. Los vehículos se cargaban en plataformas ferroviarias, el material, munición e impedimenta en vagones cerrados y el personal en coches de viajeros. En todos los casos los mandos y las tropas de Ferrocarriles estaban obligados, como responsables del control, a mantener los contactos con el personal ferroviario responsable de la circulación y con el Puesto de Mando Ferroviario (ADIF). Esta figura del mando responsable del embarque/desembarque, recaía en un mando del RFC, que en ese momento se constituía como Diciembre - 2019 Armas y Cuerpos Nº 142 95
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