103 Estado va a responder con contundencia a esta amenaza. Esta ofensiva es exclusivamente congoleña en una región que sufrió en el pasado de la intervención de ejércitos de los países vecinos, particularmente de Ruanda y de Uganda, y la virulencia de las ADF hoy hace temer a algunos que, de extenderse a otros Estados, pudiera desencadenar peligrosos procesos que pongan en peligro el «statu quo» regional. Aunque de origen ugandés las ADF no actúan en suelo de su país de origen, pero muchos se acuerdan en Uganda de los efectos hace ahora una década del terrorismo yihadista foráneo, el de grupo somalí Al Shabab, que llegó a actuar en su suelo, en concreto en su capital, Kampala. En la primera quincena de noviembre las acciones de represalia lanzadas por las ADF costaron la vida a medio centenar de civiles, ocho de ellos asesinados el 15 de noviembre en la localidad de Mbau, en pleno «triángulo de la muerte». Tales efectos colaterales de una ofensiva militar que la población considera tardía, agravados con el asesinato el 25 de noviembre de otros ocho civiles en Beni a manos de las ADF, y combinados con el sufrimiento intenso que la extensión de la epidemia de ébola provoca, llevó a que como reflejo de la frustración de la población algunos elementos incontrolados incendiaran en el mismo día el Ayuntamiento de Beni5. En tales incidentes un manifestante caía abatido por la policía y dos agentes de esta morían linchados por los manifestantes tal y como se comunicaba en la emisora de radio de la ONU «Okapi». Los manifestantes se dirigieron después a la base de la MONUSCO situada en las afueras de Beni, en un intento de implicar a unas fuerzas que no tienen mandato específico y que tampoco son llamadas en su ayuda por las FARDC, al menos por ahora, para enfrentarse a las ADF, y mostrando su frustración ante la incapacidad de los militares congoleños para derrotar a unos terroristas que a 25 de noviembre habían hecho subir la cifra de civiles asesinados a más de 70. El perfil yihadista de las ADF se consolidaba días antes, el 20 de noviembre, cuando algunos de sus miembros incendiaban una iglesia católica y asaltaban una farmacia en la localidad de Mavete, provocando la muerte de 12 personas y secuestrando a un grupo de habitantes de la población, asesinando además en paralelo y a las afueras de Beni a otros siete civiles6. Tales prácticas —ataques a iglesias, secuestro y asesinato de civiles, etc.— no solo recuerda las prácticas de potentes grupos yihadistas que actúan en otras latitudes africanas, desde Boko Haram y sus escisiones en Nigeria y países limítrofes, hasta Al Shabab y sus escisiones en Somalia y alrededores, sino que la ofensiva de las ADF en suelo de la RDC nos permite poner en relación dicho contagio yihadista con el también detectado desde hace más de un año en otro marco africano: el activismo yihadista en la región septentrional mozambiqueña de Cabo Delgado, con la aparición en el mismo del EI desde el pasado verano7. Finalizado por el autor el 26 de noviembre de 2019 NOTAS: 1. «RDC: 54 civiles tués par les rebelles ADF depuis le lancement d´une offensive par l´armée», Jeune Afrique, 18 de noviembre de 2019. 2. TILOUINE, Joan: «A Beni, l´armée congolaise lance une ´operation de grande envergure´ contre un groupe armé», Le Monde Afrique, 1 de noviembre de 2019. 3. «Congo Islamist ADF rebels kill 12 in Ebola área», Reuters, 24 de julio de 2019. 4. MAHAMBA, Fiston: «Congo forces kill 26 Islamist rebels in Ebola zone shootout», Reuters, 30 de mayo de 2019. 5. «République démocratique du Congo: nouveau massacre de civils dans l´Est», Le Monde Afrique, 25 de noviembre de 2019. 6. «Suspected Islamist militants kill 19, burn church in eastern Democratic Republic of Congo», Reuters, 20 de noviembre de 2019. 7. BARBIER, Adrien: «Le groupe Etat islamique revendique sa première attaque au Mozambique», Le Monde Afrique, 6 de junio de 2019.■
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