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Los Fallschirmjäger del destacamento de asalto Koch que capturaron el fuerte Eben-Emael 39 hombres en la isla, con no menos de 32 batallones más apoyos, al mando del general Freyberg3, una fuerza muy superior a la estimada por los alemanes, cuyo servicio de inteligencia había evaluado la entidad del enemigo en unos 5000 hombres y que el ataque contaría al menos con la pasividad de la población local. Por otra parte, los objetivos tácticos de la operación eran demasiado evidentes y las zonas de salto en las proximidades de los aeródromos objetivo estaban claramente identificadas. Los alemanes no contaban con el factor sorpresa. Aun así, contemplaron la operación aerotransportada como única opción viable para ocupar la isla. Para ello contaban con la 7.ª División Paracaidista y con la 5.ª División de Montaña. La 22.ª División de infantería, que estaba atribuida al XI CE aerotransportado, permaneció en Rumanía. Las fuerzas alemanas totalizaban alrededor de  23  000 hombres, de los que algo menos de la mitad pertenecían a los cuatro regimientos de paracaidistas disponibles (once batallones). Como medios aéreos disponían de 500 Ju 52 y algo menos de 100 planeadores. Su despliegue sobre la isla se realizó de la siguiente manera: — 10  000 se lanzaron en tres oleadas. — 750 aterrizaron en planeadores. — 6 000 se aerotransportaron a los aeropuertos, principalmente a Maleme. — 6  000 se desembarcaron en los puertos. a pesar de la oposición de la Royal Navy, que inicialmente impidió la llegada de unidades alemanas pero posteriormente volcó su esfuerzo en la evacuación a Egipto. El 20  de mayo de  1941 se iniciaron los lanzamientos en dos oleadas. En la primera se actuó sobre Maleme y Canea, y en la segunda sobre Retimo y Heraklion. En cada uno de ellos se lanzó un regimiento de paracaidistas. Su misión era ocupar y mantener los puntos vitales durante un máximo de  48 horas y hacer frente a un enemigo de entidad teóricamente limitada. La disponibilidad de medios aéreos no permitió el lanzamiento de los cuatro regimientos disponibles en una oleada, lo que redujo aún más el ya limitado efecto sorpresa. A pesar de los duros combates, al final del primer día los paracaidistas tenían controlados sus objetivos. El 21 por la tarde, tras el lanzamiento de la reserva de la división paracaidista constituida por dos batallones paracaidistas, Paracaidistas en Creta, mayo 1941


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