HISTORIA
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Monumento a los caídos en la sede de la BRILEG en Viator (Almería)
La sorpresa de la atemorizada población de Melilla
fue mayúscula cuando observaron atónitos llegar el vapor
“Ciudad de Cádiz” con los legionarios subidos en
los mástiles cantando y agitando la Bandera española
y sus banderines. Más aún después de la arenga de
Millán Astray a la multitud que abarrotaba el puerto:
“Melillenses, os saludamos. Es La Legión que viene
a salvaros; nada temáis; nuestras vidas os lo garantizan.
Manda la expedición el más bravo y heroico general del
Ejército español: el general Sanjurjo. Vienen detrás de nosotros
los Regulares de Ceuta, con el laureado teniente coronel
González Tablas y artillería de montaña, ingenieros
y fuerza de Intendencia. ¡Melillenses! Los legionarios, y
todos, venimos dispuestos a morir por vosotros. Ya no hay
peligro. ¡Viva España! ¡Viva el Rey! ¡Viva Melilla!”
La actitud de los legionarios, que bajaron a la carrera
y formaron en el puerto, hizo mella en la moral
de los melillenses. En los días siguientes, ocuparon
blocaos y trincheras y construyeron nuevas posiciones
para defender la ciudad.
EL BLOCAO DE LA MUERTE
En las faldas del monte Gurugú se encontraba el
blocao de Dar-Hamed, al que los legionarios llamaban
“El Malo”, por su situación muy a vanguardia y
en un terreno bastante accidentado. A mediados de
septiembre de 1921, el blocao es atacado duramente,
en ese momento guarnecido por tropas del Batallón
Disciplinario al mando de un Oficial que cae herido
tras el lanzamiento de una granada.
Caballeros Legionarios en la sede del Gobierno General del Sahara (1960)
En el centro Cabo Legionario D. Rafael Sánchez Malagón
El teniente Agulla, que manda las Fuerzas Legionarias
establecidas en el Atalayón, pide permiso para
acudir con toda su Unidad en socorro del blocao,
permiso que le es denegado y que le obliga a solicitar
voluntarios para reforzar el blocao durante la noche.
Haciendo gala del espíritu legionario, todos son voluntarios,
de tal forma que el teniente designa al Cabo
Suceso Terrero López con 14 Legionarios que logran
romper el cerco del enemigo y entrar en el blocao para
ayudar a sus compañeros.
Los legionarios luchan hasta la muerte con bravura
y, tras un combate épico, el enemigo consigue, por
primera vez, arrebatar una posición a los Legionarios,
pero han tenido muchas bajas y, sobre todo, han comprobado
que los legionarios jamás se rinden, han sido
testigos de su espíritu, de su valor y de su honor.