Portada del libro el barco de la viruela escala de Balmis en Tenerife
La Vaccination Autor Victor Tardieu
Condiciones del viaje
Los mayores riesgos que podían frustrar la consecución
de los objetivos de la expedición eran,
la penosidad de los viajes y las enfermedades padecidas
durante el trayecto. Tenemos que imaginarnos
las penurias soportadas caminando sin
descanso, atravesando selvas y montañas, soportando
temperaturas extremas y enfermedades
tropicales.
Pero si los viajes terrestres eran penosos, no digamos
los días de navegación en aquellos viejos
barcos de madera en los que la precariedad de
las condiciones de vida se acentuaban para una
mujer y el grupo numeroso de niños a los que tenía
que prestar continuos cuidados. Las caídas,
los golpes, las fi ebres, los parásitos, los mareos, los
vómitos y diarreas, hacían muy difícil la prestación
de cuidados en unas mínimas condiciones
higiénicas, en ocasiones entre inmundicia y ratas.
Pero además tenía que mantenerlos en orden y
evitar que los vacunados se manipularan las pústulas
y se mezclaran con el resto de niños a los
que podían inmunizar.
Trabajo imprescindible
Este fue el gran éxito del trabajo de Isabel Zendal
y lo que hace de ella el pilar fundamental de
la expedición. Sin sus infatigables cuidados no habría
niños, sin niños no habría vacuna, sin vacuna
no habría habido expedición. Porque los niños no
es que portaran la vacuna, eran la vacuna. Al
cuidar de la salud y bienestar de los niños, cuidó
del correcto estado de la vacuna. Gracias a la
excelencia de sus cuidados consiguió que durante
el viaje tan solo falleciera uno de los niños a su
cargo, y no ocurrió por su culpa pues la falta de
niños válidos en Puerto Rico llevó a Balmis a reclutar
a uno de ellos enfermo en contra de la opinión
de Isabel, que era consciente del riesgo que
suponía embarcarlo en aquellas condiciones.
Primer destino, Canarias
El 30 de noviembre de 1803 dio comienzo la
Real Expedición Filantrópica de la Vacuna. Zarparon
del puerto de La Coruña en la corbeta María
Pita con dirección a las Islas Canarias. Tras diez
días de navegación, llegaron a Santa Cruz de Tenerife
donde crearon un Centro Difusor de la Vacuna
desde el que pudieron difundirla a todo el
territorio canario. Después de vacunar y adiestrar
a personal cualifi cado en las islas comenzaron la
travesía atlántica.
Puerto Rico
Su primera escala en América fue Puerto Rico
en febrero de 1804. Allí se enfrentaron a la primera
contrariedad de la expedición. La oposición
de las autoridades civiles y sanitarias, que habían
iniciado la vacunación con fl uido procedente de
la isla vecina de Santo Tomás, y las difi cultades
para conseguir niños para transportar la vacuna
hasta Caracas hicieron peligrar la consecución
de los objetivos de la expedición.
Agosto - 2020 Armas y Cuerpos Nº 144 111