Imagen otoñal de los bosques de la Selva de Oza
es uno de los más característicos. Abundan también
los pinos silvestres y robles, que son sustituidos
por formaciones abiertas de pino negro en zonas
más elevadas y por pastizales de tipo alpino en
las más altas, mezclándose con zonas en las que
afl ora la roca viva prácticamente sin cubierta vegetal.
En las zonas más orientadas al sur y de suelos
más escasos también aparecen especies de
características mediterráneas, como el quejigo e
incluso la encina, lo que contribuye a aumentar
la variedad fl orística de la zona. Las diferencias
altitudinales y las distintas orientaciones a solana
o umbría y respecto a los vientos dominantes y
sus características, genera una gran variedad de
topoclimas que favorecen la existencia de numerosas
especies vegetales adaptadas a estas diferencias,
lo que explica que se hayan catalogado
unas 1.200 especies de fl ora, más de 200 consideradas
raras y 7 endémicas, es decir, con una zona
de distribución muy limitada.
El conjunto natural se ve enriquecido por zonas
intensamente karstifi cadas, pues la naturaleza
calcárea de buena parte de los suelos y las
abundantes precipitaciones facilitan la formación
de extensos lapiaces y campos de dolinas,
especialmente en las zonas de alta montaña desprovistas
de vegetación.
Otras curiosidades geomorfológicas como los
meandros de Aguas Tuertas que dan el nombre a
la parte alta del valle del Aragón Subordán como
consecuencia de las “aguas retorcidas” que se
desarrollan por esta zona, un valle de morfología
glaciar de amplio fondo plano en el que el cauce
del recién nacido Aragón Subordán discurre
perezoso y divagante entre prados de intenso
verdor.
También estructuras geológicas identifi cables,
como el sinclinal colgado de Acher o los cañones
de la Boca del Infi erno, garganta de Ezcaurri
o la Foz de Biniés, abiertos por los ríos Aragón
Subordán y Veral respectivamente en su fl uencia
N-S hacia el río Aragón permiten hablar de una
zona con enorme geodiversidad.
La zona cuenta con pueblos de arquitectura
típicamente pirenaica de gran belleza y muy
bien cuidados, como Ansó, Hecho, Aragúes del
Puerto, Jasa, Aísa y Borau. Pasear por sus calles
signifi ca encontrar hermosas casas de piedra y
tejado de lajas de pizarra o arenisca y rincones
de tranquilidad en un entorno de gran belleza
paisajística. Además de estos conjuntos urbanos,
el patrimonio histórico y artístico es de una enorme
riqueza. Los dólmenes y túmulos existentes son
testigo de una presencia humana muy antigua,
como el localizado en Aguas Tuertas. También se
ha de destacar la existencia de algún tramo de
la antigua vía romana que a través del Puerto de
Palo comunicaba la Galia con Hispania y de la
que todavía quedan restos en el valle del Aragón
Subordán, Esta vía fue aprovechada durante la
alta edad media como una de las vías de entrada
del Camino de Santiago en la Península Ibéri-
116 Armas y Cuerpos Nº 144 ISSN 2445-0359