En profundidad
determinados contextos, como el
aeroportuario, el grado de critici-dad
de una amenaza está deter-minado
por su posición tridimen-sional
en las proximidades del ac-tivo
a proteger. La amenaza que
supone un blanco puede ser muy
diferente en función de la altura
a la que esté situado en relación
con las operaciones del entorno.
Interceptación: muchos de los siste-mas
de interceptación que se están
utilizando en sistemas C-UAS son
directivos y por tanto requieren ser
posicionados en elevación. Este es
el caso, por ejemplo, de los siste-mas
de energía dirigida. La infor-mación
de la altura de vuelo es por
tanto fundamental para garantizar
el éxito de la fase de interceptación.
Las consideraciones anteriores de-muestran
claramente que la disponibi-lidad
de información 3D permite aho-rrar
tiempo y ejecutar de forma eficien-te
todos los pasos que conducen a la
neutralización de la amenaza. Esto es
especialmente importante teniendo en
cuenta la rápida evolución de hasta los
UAS más básicos, que consiguen al-tas
velocidades y gran autonomía con
dimensiones muy reducidas. Por tan-to,
es fundamental ejecutar todos los
Figura 4. Diagramas suma y diferencia
pasos en el flujo de gestión de las po-tenciales
amenazas de la manera más
óptima y eficiente posible para hacer
factible su neutralización a tiempo.
Tecnología radar 3D C-UAS
Los radares 3D obtienen una estima-ción
de la altura de vuelo de los blan-cos
a partir de la medida del ángulo
de incidencia en la antena de los re-tornos
radar procedentes de los mis-mos.
Para ello se recurre a diversas
técnicas, siendo los enfoques más
frecuentes los siguientes:
Escaneo secuencial de la región de
elevación de interés con un úni-co
haz de tipo pincel. En estos
Figura 5. Caracterización de un elemento radiante de un radar 3D en cámara anecoica
16 Boletín de Observación Tecnológica en Defensa n.º 65. Segundo trimestre 2020